jueves, 21 de abril de 2011


Chufa (Cyperus esculentus)





Nombre botánico: Cyperus esculentus
Nombre común: Chufa.

La especie Cyperus esculentus, llamada comúnmente juncia avellanada, es una planta herbácea que produce el tubérculo comestible conocido como chufa.
Cyperus esculentus es una planta vivaz, que alcanza unos 40 a 50 centímetros de alto y que posee un sistema radicular rizomático, en el que se forman eventualmente las chufas, con hojas basales y enteras.
La chufa (Cyperus esculentus, L. familia Cyperáceas) es una planta vivaz de hojas en roseta, paralelinervias, opuestas, envolventes, de 40-50 centímetros de longitud y ásperas al tacto y de color verde oscuro, brillante en el haz y mate en el envés. El tallo presenta sección triangular, macizo, liso y sin nudos.

Las flores son aclamídeas, de tamaño pequeño (6-12mm) y muy rudimentarias. Se agrupan en espigas de color dorado rojizo. Normalmente varias espigas se articulan en un mismo punto. La fructificación es en aquenio, aunque ésta normalmente no se produce en la Comunidad Valenciana por falta de temperaturas suficientemente altas.

Posee un sistema radicular rizomático del que parten raicillas en cuyos extremos se forman los tubérculos (chufas) por los que se cultiva. Éstos son más o menos redondeados, poseen una serie de anillos transversales y están provistos de hojitas escamiformes o catáfilos. Los tubérculos pueden ser redondeados o alargados, algo comprimidos por un costado y ligeramente arqueados, más anchos por uno de sus extremos (de 10-25 mm de longitud y de 8-10 mm de anchura). La piel presenta un color marrón que puede llegar a ser más oscuro si la recolección se realiza muy tardíamente o si el suelo es de color muy oscuro, también a medida que el tubérculo se seca y se alarga su almacenamiento, oscurece su color externo. La pulpa del tubérculo es de color amarillento cuando está seco y blanco lechoso cundo se pone varias horas en maceración. El peso medio de los tubérculos es aproximadamente 0'4gr. La comestibilidad y sabor característicos del tubérculo se adquieren después de secado, cuando parte del almidón se ha transformado en azúcar.


Ecología.

Dentro de las exigencias ambientales, las climáticas no son tan limitantes para el cultivo como las edáficas, ya que, en general, en climas cálidos, con temperaturas medias elevadas (13 a 25 grados C) y un período de 4-5 meses libres de heladas, la planta puede completar su ciclo vegetativo sin el menor problema.
La temperatura mínima para la brotación del tubérculo está alrededor de los 12 grados C, que en nuestra zona se dan a partir de los meses de marzo-abril.

La aparición del espigón floral detiene el crecimiento, y ocurre cuando el fotoperiodo es de 12-14 horas de iluminación, con temperaturas máximas superiores a 28 grados C. Por ello, cuando más largo sea el plazo transcurrido entre la plantación y la floración, mayor será el ahijado y el rendimiento potencial del cultivo. Por tanto, los climas extremos en los que la planta florece precozmente no son adecuados; en cambio, las zonas bien soleadas próximas al mar (que actúa como un regulador de la temperatura) son las más propicias. Este microclima sin grandes oscilaciones de temperatura retrasa también la aparición del agostado y favorece el engorde de los tubérculos.

Las necesidades de agua son muy elevadas y el crecimiento se ve favorecido por una humedad ambiental alta.

En Valencia la humedad ambiental la proporciona la proximidad al mar, ya que no la pluviometría de la zona, que es muy baja ((420 mm anuales). La humedad del suelo se consigue mediante riegos continuados y abundantes (600-700 m3/Ha y semana).

Las mayores necesidades hídricas se producen (como es lógico) en los meses de julio y agosto, que son a su vez los de menor pluviometría (8-22 mm) y temperaturas más altas (24-25º C).

Las lluvias intensas y los vientos fuertes son perjudiciales al cultivo en el periodo de plena vegetación, ya que favorecen el encarnado precoz.

Las lluvias de octubre y noviembre no perjudican a la calidad, pues al tratarse, como después veremos, de suelos arenosos muy permeables, sólo ocasiona un retraso en la fecha de recolección.

El cultivo de la chufa sólo puede realizarse en suelos de unas características especiales, si se pretende obtener una producción de calidad.

Los suelos adecuados para el cultivo de la chufa han de ser sueltos, pues la recolección ha de realizarse tamizando un espesor de suelo de 15-20 cm de profundidad donde se encuentra el tubérculo y si se tamiza en suelos fuertes, el tubérculo sale bastante sucio de tierra, lo que encarece notablemente el lavado. Además, en los suelos sueltos, franco-arenosos, es donde la chufa adquiere una mayor calidad, sabor más dulce e intenso, piel más fina, ausencia de raíces que la deprecien (chufa peluda) y tamaño más grande y uniforme.

En los suelos arcillosos, aunque algunos tubérculos puedan alcanzar inclusive mayor calibre que en los suelos arenosos, su tamaño medio es inferior. Además, presentan mayor cantidad de raíces, su piel es más basta y son menos sabrosos. Pero el principal problema de los suelos arcillosos se presenta en la recolección, ya que se forman terrones o pellas dentro de las cuales puede haber chufas. En estas circunstancias el transporte se encarece tanto, por tener que transportar un volumen de suelo 3 ó 4 veces mayor, como en la operación de lavado, para separar la chufa de la tierra.

En suelos totalmente arenosos, aunque son pobres y retienen poco la humedad, también se pueden cultivar chufas. Sin embargo, la arena debe ser de grano fino, libre de sanidad y bien oreada.

De todo lo expuesto anteriormente se deduce que los suelos han de tener una textura especial para poder dedicarnos a este cultivo. Cuando no ocurre esto el rendimiento agrícola desciende notablemente y la calidad de los tubérculos también, presentando tejidos suberificados ("corcho") que disminuyen rendimientos en la elaboración de la horchata, y no dan el sabor dulce y específico de esta bebida.
Otros caracteres que deben reunir los suelos son los siguientes: tener un buen drenaje, nivelación, limpios de restos vegetales y piedras abundantes en materia orgánica y no salinos.

En el cultivo de la chufa, los agricultores clasifican a los tubérculos en función de su forma, distinguiendo el tipo "Ametlla" (de forma aproximadamente esférica), presentando una anchura mayor que su longitud, y los del tipo "Llargueta" presentan una longitud mayor que su anchura.
Puede afirmarse que en las poblaciones valencianas de chufa a la hora de sembrar van encaminadas hacia el tipo "Ametlla".


Características

La planta requiere de suelos arenosos y un clima templado; como tal, el clima mediterráneo de Valencia es particularmente propicio para su cultivo. Las chufas son plantadas entre los meses de abril y mayo, e irrigadas semanalmente hasta su recolecta, en los meses de noviembre y diciembre. Las flores, de tamaño irregular, son verdosas o amarillentas y nacen de tallos terminados en espiguillas.
También podemos encontrar chufas en el oeste de África, de donde es muy probable sean originarias.
En España además, se están cultivando chufas en otras zonas con mejores condiciones que permiten el control de consumo de agua.


Usos

Una vez recolectadas, las chufas son lavadas y secadas para su conservación, encontrándoselas a la venta estando ya secas. Su uso más apreciado es para la elaboración de la horchata. También es empleado como cebo para atraer presas de caza como ciervos y especialmente pavos.
Al haberse encontrado restos en vasijas del Antiguo Egipto, se sabe que este tubérculo tiene una historia de cultivo de al menos 4000 años, siendo una de las primeras plantas explotadas en la agricultura. Las chufas fueron introducidas en España por los árabes durante el tiempo en que ocuparon territorios en la península.
Debido a que las chufas contienen un 20-36% de aceite, el C. esculentus es un cultivo potencial para la producción de biodiesel.


Cultivo

El cultivo de la chufa en la comarca valenciana de l'Horta Nord está protegido con la denominación de origen Chufa de Valencia.


Propiedades

Indicaciones: es usado como astringente, carminativo, diurético, tónico, emenagogo, sudorífico, demulcente, estomacal, galactogoga, antihelmíntico. Buena para aliviar cólicos, hidropesía reciente, vértigos y aturdimientos de cabeza, úlceras de boca y encías.
Medicina tradicional china: para tratar estómago e hígado. Para pecho y abdomen hinchados, dolor de costado, distensión epigástrica, dolores menstruales y síndrome premenstrual. No usar con síntomas agudos de calor debidos a insuficiencia de yin. Entre 6 y 12 g diarios.
Recientemente se ha descubierto en Valencia un documento del II Conde de Soto Ameno, quien fuera en su momento el primer Alcalde Constitucional de la ciudad de Alicante en 1812, el que podría datarse como el primer manuscrito donde se prescribe la Horchata de Chufa con fines curativos y aliviar la enfermedad del Conde a su llegada a la ciudad de Valencia en 1824, así lo indica el tratamiento que le realiza el Doctor Alcazar a base de "leche de chufas".


¿Qué es la leche u horchata de chufa?

Es una bebida que se obtiene a partir de las chufas, agua y azúcar. Las chufas son unos pequeños tubérculos subterráneos con forma de nudos que proceden de las raíces de la Juncia Avellanada que se llama así por la forma de su fruto parecido a la avellana.
La chufa requiere tierra suelta y arenosa para su cultivo y temperaturas suaves siendo la población de Alboraya, Valencia (España) uno de los lugares donde se dan las mejores condiciones para su cultivo. La leche u horchata de chufa bien fría es muy típica en España durante los meses de verano.
La chufa ya era muy usada en el Antiguo Egipto y en Sudan. Los árabes la comenzaron a cultivar en España a partir de la Edad Media.


La palabra horchata tiene su leyenda

Un día el Rey Jaime I estaba en Valencia descansando mientras guerreaba contra el ejército musulmán (siglo XIII) cuando se le acercó una doncella para ofrecerle un cuenco lleno de una bebida fresca, blanca y dulce.
Al beberla el Rey exclamó "Açó es or, xata" (esto es oro, chata) A partir de aquí (según la leyenda) esa bebida se puso de moda con el nombre de horchata.
En cambio la palabra Chufa parece venir de una zona del Sudán llamada Chufi de donde se cree originaria la Chufa.


Propiedades de la leche u horchata de chufa

·         La horchata de chufa no es sólo una bebida refrescante sino que además, en comparación a otros refrescos, es muy saludable.
·         Contribuye a la reducción del colesterol y triglicéridos. Disminuye el colesterol LDL (el "malo") y aumenta el HDL (el colesterol "bueno") gracias a su aporte de ácido oleico (aporta una cantidad similar al aceite de oliva) Su contenido en vitamina E también colabora contra el colesterol ya que tiene un efecto antioxidante sobre las grasas. Ideal pues en problemas cardiovasculares.
·         Es buena para la arteriosclerosis gracias, por un lado, al ácido oleico y también gracias a que contiene Arginina, que al ser precursora de óxido nítrico favorece el efecto vasodilatador.
·         La leche u horchata de chufa sin azúcar la pueden tomar los diabéticos, por su contenido en hidratos de carbono a base de sacarosa y almidón (sin glucosa) y por su alto contenido en Arginina, que libera la hormona que produce la insulina.
·         Bebida ideal para las personas que no toleran el gluten (celíacos) y para los que no toleran o son alérgicos a la leche de vaca y sus derivados.
·         Se recomienda a quienes sufren digestiones pesadas, gases intestinales y diarreas ya que nos aporta muchos enzimas digestivos como la Catalasa, Lipasa y Amilasa.


Información nutricional de la leche u horchata de chufa (por 100 ml.)

·         Es rica en minerales, como el fósforo, el calcio, el magnesio y el hierro, y en vitaminas, entre las que destacan las vitaminas C y E.
·         La leche u horchata de chufa también aporta numerosas enzimas que facilitan la digestión.
·         Su valor energético (100 Kcal. x 100 g.) la convierte en una buena bebida energética.
·         Un detalle muy importante es que no contiene nada de sodio.
·         No contiene lactosa ni caseína ni gluten.


Curiosidades de la horchata de chufa

Hoy en día, en el mercado español, además de la horchata de chufa fresca ya se puede encontrar la horchata pasteurizada o concentrada. Aunque en general la gente la prefiere fresca (recién preparada) estos nuevos formatos permiten comprarla y tomarla cuando se desee ya que en la nevera (frigorífico) se conserva un máximo de dos días.

lunes, 18 de abril de 2011

Radiación y salud


RADIACION Y SALUD

 


El electromagnetismo es una rama de la Física que estudia y unifica los fenómenos eléctricos y magnéticos en una sola teoría, cuyos fundamentos fueron sentados por Michael Faraday y formulados por primera vez de modo completo por James Clerk Maxwell. La formulación consiste en cuatro ecuaciones diferenciales vectoriales que relacionan el campo eléctrico, el campo magnético y sus respectivas fuentes materiales (corriente eléctrica, polarización eléctrica y polarización magnética), conocidas como ecuaciones de Maxwell.
El electromagnetismo es una teoría de campos; es decir, las explicaciones y predicciones que provee se basan en magnitudes físicas vectoriales o tensoriales dependientes de la posición en el espacio y del tiempo.
El electromagnetismo describe los fenómenos físicos macroscópicos en los cuales intervienen cargas eléctricas en reposo y en movimiento, usando para ello campos eléctricos y magnéticos y sus efectos sobre las sustancias sólidas, líquidas y gaseosas. Por ser una teoría macroscópica, es decir, aplicable sólo a un número muy grande de partículas y a distancias grandes respecto de las dimensiones de éstas, el Electromagnetismo no describe los fenómenos atómicos y moleculares, para los que es necesario usar la Mecánica Cuántica.
El electromagnetismo considerado como fuerza es una de las cuatro fuerzas fundamentales del universo actualmente conocido.


Espectro electromagnético.

Se denomina espectro electromagnético a la distribución energética del conjunto de las ondas electromagnéticas. Referido a un objeto se denomina espectro electromagnético o simplemente espectro a la radiación electromagnética que emite (espectro de emisión) o absorbe (espectro de absorción) una sustancia. Dicha radiación sirve para identificar la sustancia de manera análoga a una huella dactilar. Los espectros se pueden observar mediante espectroscopios que, además de permitir observar el espectro, permiten realizar medidas sobre éste, como la longitud de onda, la frecuencia y la intensidad de la radiación.

La tasa de absorción específica (en inglés, y comunmente, SAR, de specific absorption rate) es una medida de la potencia máxima con que un campo electromagnético de radiofrecuencia es absorbido por el tejido vivo. Se emplea para frecuencias entre 100 kHz y 100 GHz, es decir, radiación no ionizante, y en particular para teléfonos móviles.
El valor de SAR dependerá en gran medida de la forma que tenga la parte del cuerpo expuesta al campo, así como de la ubicación exacta y geometría de la fuente de radiofrecuencia. Por tanto, es necesario hacer pruebas con cada fuente específica (como un teléfono móvil) y en la posición de uso más habitual. El valor que se da para un modelo en particular es el máximo nivel medido en la parte del cuerpo estudiada.
El empleo más común de esta medida se refiere a teléfonos móviles, en cuyo caso el teléfono se ubica junto a la cabeza en la posición de habla más habitual, y se informa del valor SAR para la parte de la cabeza que más energía haya recibido. También puede emplearse para otros dispositivos de radiofrecuencia que se usen cerca del cuerpo, como equipos de manos libres o teléfonos inalámbricos de línea fija.

El espectro electromagnético se extiende desde la radiación de menor longitud de onda, como los rayos gamma y los rayos X, pasando por la luz ultravioleta, la luz visible y los rayos infrarrojos, hasta las ondas electromagnéticas de mayor longitud de onda, como son las ondas de radio. Se cree que el límite para la longitud de onda más pequeña posible es la longitud de Planck mientras que el límite máximo sería el tamaño del Universo (véase Cosmología física) aunque formalmente el espectro electromagnético es infinito y continuo.

El espectro electromagnético cubre longitudes de onda muy variadas. Existen frecuencias de 30 Hzs y menores que son relevantes en el estudio de ciertas nebulosas. Por otro lado se conocen frecuencias cercanas a 2,9×1027 Hz, que han sido detectadas provenientes de fuentes astrofísicas.
La energía electromagnética en una particular longitud de onda λ (en el vacío) tiene una frecuencia f asociada y una energía de fotón E. Por tanto, el espectro electromagnético puede ser expresado igualmente en cualquiera de esos términos.

Por lo tanto, las ondas electromagnéticas (que son la forma de propagación de la radiación electromagnética a través del espacio. y sus aspectos teóricos están relacionados con la solución en forma de onda que admiten las ecuaciones de Maxwell. A diferencia de las ondas mecánicas, las ondas electromagnéticas no necesitan de un medio material para propagarse; es decir, pueden desplazarse por el vacío.
Las ondas luminosas son ondas electromagnéticas cuya frecuencia está dentro del rango de la luz visible) de alta frecuencia tienen una longitud de onda corta y mucha energía mientras que las ondas de baja recuencia tienen grandes longitudes de onda y poca energía.
Por lo general, las radiaciones electromagnéticas se clasifican en base a su longitud de onda en ondas de radio, microondas, infrarrojos, visible -que percibimos como luz visible- ultravioleta, rayos X y rayos gamma.

El comportamiento de las radiaciones electromagnéticas depende de su longitud de onda. Cuando la radiación electromagnética interactúa con átomos y moléculas puntuales, su comportamiento también depende de la cantidad de energía por quantum que lleve. Al igual que las ondas de sonido, la radiación electromagnética puede dividirse en octavas.

La espectroscopía puede detectar una región mucho más amplia del espectro electromagnético que el rango visible de 400 a 700 nm. Un espectrómetro de laboratorio común y corriente detecta longitudes de onda de 2 a 2500 nm.

Para su estudio, el espectro electromagnético se divide en segmentos o bandas, aunque esta división es inexacta. Existen ondas que tienen una frecuencia, pero varios usos, por lo que algunas frecuencias pueden quedar en ocasiones incluidas en dos rangos.


Banda
Longitud de onda (m)
Frecuencia (Hz)
Energía (J)
Rayos gamma
< 10 pm
> 30,0 EHz
> 20·10−15 J
Rayos X
< 10 nm
> 30,0 PHz
> 20·10−18 J
Ultravioleta extremo
< 200 nm
> 1,5 PHz
> 993·10−21 J
Ultravioleta cercano
< 380 nm
> 789 THz
> 523·10−21 J
Luz Visible
< 780 nm
> 384 THz
> 255·10−21 J
Infrarrojo cercano
< 2,5 µm
> 120 THz
> 79·10−21 J
Infrarrojo medio
< 50 µm
> 6,00 THz
> 4·10−21 J
Infrarrojo lejano/submilimétrico
< 1 mm
> 300 GHz
> 200·10−24 J
Microondas
< 30 cm
> 1 GHz
> 2·10−24 J
Ultra Alta Frecuencia-Radio
< 1 m
> 300 MHz
> 19.8·10−26 J
Muy Alta Frecuencia-Radio
< 10 m
> 30 MHz
> 19.8·10−28 J
Onda Corta-Radio
< 180 m
> 1,7 MHz
> 11.22·10−28 J
Onda Media-Radio
< 650 m
> 650 kHz
> 42.9·10−29 J
Onda Larga-Radio
< 10 km
> 30 kHz
> 19.8·10−30 J
Muy Baja Frecuencia-Radio
> 10 km
< 30 kHz
< 19.8·10−30 J


Se denomina radiación ultravioleta o radiación UV a la radiación electromagnética cuya longitud de onda está comprendida aproximadamente entre los 400 nm (4x10-7 m) y los 15 nm (nanómetros) (1,5x10-8 m). Su nombre proviene de su rango empieza desde longitudes de onda más cortas de lo que los humanos identificamos como el color violeta. Esta radiación puede ser producida por los rayos solares y produce varios efectos en la salud.


Efectos en la salud

La mayor parte de la radiación ultravioleta que llega a la Tierra lo hace en las formas UV-C, UV-B y UV-A; principalmente en esta última, a causa de la absorción por parte de la atmósfera terrestre. Estos rangos están relacionados con el daño que producen en el ser humano: la radiación UV-C (la más perjudicial para la vida) no llega a la tierra al ser absorbida por el oxígeno y el ozono de la atmósfera; la radiación UV-B es parcialmente absorbida por el ozono y sólo llega a la superficie de la tierra en un porcentaje mínimo, pese a lo que puede producir daños en la piel.
Entre los daños que los rayos ultravioleta pueden provocar se incluyen el cáncer de piel, envejecimiento de ésta, irritación, arrugas, manchas o pérdida de elasticidad. También pueden desencadenar lupus eritematoso sistémico.
La radiación UV es altamente mutagénica, es decir, que induce a mutaciones. En el ADN provoca daño al formar dímeros de pirimidinas (generalmente dímeros de timina) que acortan la distancia normal del enlace, generando una deformación de la cadena.
El índice UV es un indicador de la intensidad de radiación UV proveniente del Sol en la superficie terrestre. El índice UV también señala la capacidad de la radiación UV solar de producir lesiones en la piel.2 Ya que el índice y su representación variaban dependiendo del lugar, la Organización Mundial de la Salud junto con la Organización Meteorológica Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación no Ionizante publican un sistema estándar de medición del índice UV y una forma de presentarlo al público incluyendo un código de colores asociado.


El índice UV es un indicador de la intensidad de radiación ultravioleta proveniente del Sol en la superficie terrestre en una escala que comienza en 0 y no está acotado superiormente. El índice UV también señala la capacidad de la radiación UV solar de producir lesiones en la piel. No siempre la cantidad de luz ambiental va relacionada con el índice UV. Puede ser engañoso.
Ya que el índice y su representación variaban dependiendo del lugar, la Organización Mundial de la Salud junto con la Organización Meteorológica Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación no Ionizante publican un sistema estándar de medición del índice UV y una forma de presentarlo al público incluyendo un código de colores asociado.

El código se puede ver en la siguiente tabla:



Color Riesgo         Índice UV
Verde                    Bajo                             <2
Amarillo               Moderado                     3-5
Naranja               Alto                              6-7
Rojo                     Muy Alto                        8-10
Morado                Extremadamente alto    >11


Los factores que influyen en el índice UV son:

Latitud: en el Ecuador es máximo.
Altitud: +6-10% más cada 330 m ascendidos.
Nubosidad.
Cantidad de ozono en las capas altas de la atmósfera.
El índice de reflexión del suelo: en general no afecta mucho, pero la arena, la hierba y sobre todo la nieve, reflejan muchos rayos UV. El índice UV puede ser 2 y 3 veces mayor en una zona nevada.
Por descontado, los rayos que atraviesan la capa de ozono son solamente los UVA y los UVB ya que los UVC no tienen la capacidad de atravesar dicha capa que es la que realmente nos protege de los dañinos UVC.


Nivel de radiación (UVI)
Piel Clara
Piel Oscura
Exposición máx. sin protección
Índice protección indicado
Exposición máx. sin protección
Índice protección indicado
0-2 (bajo)
80 minutos
15
110 minutos
8
3-5 (moderado)
40 minutos
25
60 minutos
15
6-7 (alto)
25 minutos
30
35 minutos
25
8-10 (muy alto) Verano
20 minutos
50+
30 minutos
30
11+ (extremo) Verano
15 minutos
50+
25 minutos
50+


Podemos decir que ya estamos seguros que la energía electromagnética influye en el cuerpo humano, en los distintos centros de energía que cumple funciones naturales, como por ejemplo:

1 El control de la vista
2 El control de los oídos
3 El control de movimientos
4 El control del cerebro
5 El control  mental, pensamiento
6 El control físico
7 el control del olor, perfume, etc.

Tipos de protectores solares


 



El sol es un elemento beneficioso para la salud pero, a su vez, es el principal causante de las distintas enfermedades cutáneas, desde quemaduras solares hasta el cáncer de piel.
Por ello, para evitar el daño causado por las radiaciones solares es aconsejable utilizar los protectores solares que desempeñan una función importante en el bloqueo de la penetración de los rayos ultravioleta (UV). Sin embargo, ningún producto de este tipo llega a protegernos al cien por cien.

Hoy en día, existe gran variedad de productos que nos protegen del sol y pueden ser clasificados como protectores o bloqueadores, dependiendo de las sustancias que contengan.
En general, los protectores poseen productos orgánicos que brindan protección contra la exposición a la radiación ultravioleta B, mientras que los bloqueadores, incorporan sustancias inorgánicas. Estos componentes inorgánicos permanecen en la superficie de la piel sin absorberse previniendo así, que tanto los rayos UVB como los UVA lleguen a la piel.

En las etiquetas de los envases de estos productos se indica la composición cualitativa de los filtros solares y bloqueadores que contienen. Se recomienda adquirir un protector en cuya etiqueta se verifique que es de "amplio espectro", es decir, que filtre tanto los rayos UVA como los UVB.
Además, el valor del factor de protección solar (SPF) debe aparecer en la cara principal del envase. La clasificación del factor de protección solar indica a la persona por cuánto tiempo puede estar protegida de las quemaduras solares en comparación con el hecho de no aplicarse ninguna loción.

De esta forma, la protección de las pantallas podría clasificarse desde mínima si el factor de protección está entre 2 y 11, hasta la máxima con un SPF de 20 a 30.
Como dato podemos mencionar que una crema con un factor 15 puede absorber más del 92% de la radiación UVB y otra con factor 30 protege hasta un 97%. Los protectores solares con un factor mayor ofrecen protección por períodos de tiempo más prolongados, pero hay que tener cuidado con aquellos que indican un SPF mayor que 30, pues la diferencia real en cuanto a protección suele ser insignificante. Por ejemplo, una crema con factor de protección 60 no suele proteger cuatro veces más contra las radiaciones que otra cuyo factor sea 15.

Es importante adaptar el factor de protección del rostro y el cuerpo además de en función del tiempo de exposición, de acuerdo a las condiciones cutáneas. Por tanto, el hecho de conocer el tipo de piel ayuda a escoger el protector solar adecuado. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos recomienda según el antecedente personal en cuanto a tendencia a quemadura solar y capacidad de bronceado al exponerse al sol la siguiente protección:

- Si sufre quemaduras con facilidad y casi no se broncea: SPF de 20 a 30.

- Si sufre quemaduras con facilidad y se broncea muy poco: SPF de 12 a 30.

- Si sufre quemaduras moderadas y se broncea gradualmente: SPF de 8 a 12.

- Si sufre quemaduras mínimas y se broncea sin problemas: SPF de 4 a 8.

- Casi no sufre quemaduras y se broncea sin problemas: SPF de 2 a 4.

El uso correcto de los protectores solares es también un punto importante para la protección de la piel.
Por ello, para obtener mejores resultados debe aplicar la loción 30 minutos antes de la exposición al sol, repitiendo la aplicación cada dos horas. Los protectores deben utilizarse de manera generosa, siendo la dosis recomendada 35 mililitros en todas las áreas más expuestas.

Es aconsejable que todas las personas utilicen protector solar, incluso bebés desde los seis meses de edad en adelante, independientemente del tipo de piel. En el caso de los adultos, deben incluir la pantalla en su régimen diario de cuidado de la piel, incluso si van a estar al aire libre por un corto periodo de tiempo.

Dentro de los protectores solares hay productos con fórmulas resistentes al agua adecuados para realizar deportes acuáticos o simplemente para nadar. Consiste en una propiedad que conserva la fotoprotección después de una inmersión de 40 minutos en el agua. Esta información debe aparecer en el envase del producto.

Por último, también se puede obtener un bonito bronceado gracias los bronceadores o autobronceadores. Sin embargo, este tipo de lociones no proporciona ninguna protección contra el daño solar ya que el factor de protección que posee es muy bajo.