sábado, 14 de abril de 2012


INTOLERANCIA A LA LACTOSA Y TERAPIA NATURAL





¿Qué es la lactosa?

La lactosa es un disacárido formado por la unión de una molécula de glucosa y otra de galactosa. Concretamente intervienen una β-galactopiranosa y una β-glucopiranosa unidas por los carbonos 1 y 4 respectivamente. Al formarse el enlace entre los dos monosacáridos se desprende una molécula de agua. Además, este compuesto posee el hidroxilo hemiacetálico, por lo que da la reacción de Benedict, es decir es reductor.

A la lactosa se le llama también azúcar de la leche, ya que aparece en la leche de las hembras de los mamíferos en una proporción del 4 al 5%. La leche de camella, por ejemplo, es rica en lactosa. En los humanos es necesaria la presencia de la enzima lactasa para la correcta absorción de la lactosa. Cuando el organismo no es capaz de asimilar correctamente la lactosa aparecen diversas molestias cuyo origen se denomina intolerancia a la lactosa.

Cristaliza con una molécula de agua de hidratación, con lo que su fórmula es: C12H22O11·H2O, luego se la puede también llamar lactosa monohidrato. La masa molar de la lactosa monohidrato es 360,32 g/mol. La masa molar de la lactosa anhidra es 342,30 g/mol.

Está presente en la leche de los mamíferos y productos lácteos. La lactasa es un enzima que produce nuestro cuerpo para poder digerir la lactosa.

Cuando sufrimos un déficit de lactasa padecemos la intolerancia a la lactosa. Hay casi un 70% de personas que presenta, en mayor o menor medida algún problema para metabolizar la lactosa.


Síntomas de intolerancia a la lactosa

Suelen aparecer entre 30 minutos y 2 horas después de tomar algún producto lácteo. A menudo desaparecerán varias horas después.
Algunos síntomas de la intolerancia a la lactosa:
·         Vómitos.
·         Espasmos intestinales
·         Hinchazón y gases
·         Diarreas y defecaciones explosivas
·         Irritación en la zona perianal


¿Qué causa la intolerancia a la lactosa?

Las dos causas más importantes son:

·         Intolerancia a la lactosa hereditaria o primaria: desde el nacimiento ese cuerpo no produce lactasa.
·         Intolerancia a la lactosa adquirida o secundaria: la enfermedad celíaca, el Crohn y otras enfermedades que afectan al intestino delgado también pueden acabar provocando intolerancia a la lactosa.


Diagnóstico de la intolerancia a la lactosa

Hay varias pruebas que se suelen realizar para confirmarlo:
·         Respiración de hidrógeno: se mide la cantidad de hidrógeno tras tomar lactosa.
·         La prueba de tolerancia a la lactosa: se analizan distintos azúcares tras la ingesta de lactosa.
·         Biopsia intestinal: un sistema más radical que también puede llegar a utilizarse.
·         Prueba de acidez de deposición: se valora el nivel de acidez de las haces.






Consejos importantes

·         Revisar la composición de los medicamentos ya que muchos contienen lactosa.
·         Cuando comamos fuera de casa debemos preguntar siempre como han cocinado esos alimentos. Algunos médicos aconsejan tomar la enzima lactasa antes de tomar algún alimento que no sepamos puede tener productos lácteos.


Intolerancia a la lactosa y dieta

·         Evitar productos que contengan: suero, caseína, caseinato, sólidos lácteos, etc. 
·         En lugar de leche de vaca podemos beber bebidas vegetales (avena, soja, avellanas, sésamo, almendra, etc.)
·         Podemos encontrar el calcio en el brócoli, tofu, sésamo, semillas, legumbres, frutos secos, algas, soja, verduras verdes, etc.
·         Aunque las personas con intolerancia a la lactosa no pueden ni deben de tomar ningún producto lácteo a veces observan que toleran  yogur y queso. Se debe a que en su fabricación desaparece la lactosa. Suele ocurrir que el mismo alimento un día lo toleras mejor y otro peor. De hecho, muchos especialistas recomiendan no tomar nunca ningún lácteo. Los lácteos sin lactosa son una opción aunque dentro de la medicina natural se suele optar por evitarlos todos.


Diferencias entre intolerancia a la leche de vaca e intolerancia a la lactosa

La persona con intolerancia a la lactosa puede, en muchos casos, tomar leches sin lactosa o queso y yogur pero la persona intolerante a la leche de vaca realmente lo que tiene es una alergia a ese alimento en su totalidad. Que lleve lactosa, sea desnatado o no, no hará que la tolere. Debe, pues, evitar todos los lácteos.


¿Qué es la lactasa?

La enzima lactasa, también llamada beta-D-galactosidasa, es sintetizada si al menos uno de los dos genes que la codifican están presentes.
Solamente cuando la expresión de ambos genes está afectada se reduce la síntesis de la enzima lactasa, lo cual a su vez reduce la digestión de lactosa.
La persistencia de la lactasa, permitiendo que se realice la digestión de la lactosa, es el alelo dominante. Por lo tanto la intolerancia fisiológica a la lactosa es una mutación autosómica recesiva.
Sin embargo, culturas como la japonesa, donde el consumo de productos lácteos se ha ido incrementando, demuestran una baja prevalencia de intolerancia a la lactosa a pesar de la predisposición genética.8

La condición normal en los mamíferos es que los jóvenes de las especies experimenten una reducción en la producción de lactasa al final del período de destete (un período específico para cada especie).
En sociedades que no consumen productos lácteos, la producción de lactasa usualmente cae en un 90 % aproximadamente durante los primeros cuatro años de vida, aunque la caída exacta a lo largo del tiempo varía ampliamente.
Sin embargo, ciertas poblaciones humanas tienen una mutación en el cromosoma dos que resulta en un «bypass» de la disminución común en la producción de lactasa, haciendo posible que miembros de estas poblaciones continúen consumiendo leche fresca y otros productos lácteos a lo largo de sus vidas.

La intolerancia patológica a la lactosa puede ser causada por la enfermedad celíaca, la cual daña las vellosidades que producen la lactasa en el intestino delgado.
Esta intolerancia a la lactosa es temporal y desaparece después de que el paciente ha estado en una dieta libre de gluten el tiempo necesario para que se recuperen las vellosidades.
La intolerancia tiene origen en un gen, el cual rechaza la lactosa en edad adulta y se identifica especialmente en lugares donde el consumo de productos lácteos no existía, (América-precolombina, ártico,) caso contrario en Europa donde el consumo de productos lácteos tiene una larga tradición.

Ciertas personas que reportan problemas con el consumo de lactosa realmente no sufren intolerancia a la misma. En un estudio de 323 sicilianos adultos.


Recomendaciones

Determinar el grado de intolerancia a la lactosa. El grado de intolerancia es diferente para cada persona (Algunas sienten trastornos con sólo beber un cuarto de vaso de leche y otros después de ingerir alrededor de un litro).

Para poder determinar cuánto se puede tomar antes de que aparezcan los síntomas, se recomienda no consumir productos lácteos y ninguna lactosa por unas tres o cuatro semanas para eliminar así toda la lactosa del sistema.  Después, se debe empezar con cantidades muy pequeñas de leche o queso.  Se debe poner atención a los síntomas para ver qué mucha o qué poca cantidad de productos lácteos se puede manejar.

Adquirir el calcio de otras fuentes. El calcio es importante para el organismo y si se disminuye el consumo de leche y otros productos lácteos, es necesario complementar la dieta con sustitutos como sardinas, las ostras, el salmón, el tofu, las espinacas, coles, hojas de nabo, repollo o brócoli. Los complementos de calcio son otra posibilidad, al igual que las enzimas de lactasa Lactaid, pastillas o leche sin lactosa.

No beber leche sola. Usualmente los síntomas disminuyen y hasta, en algunos casos, pueden desaparecer si se consume los lácteos en conjunto con otros alimentos (frutas, etc.).

Consumir quesos duros. Los quesos suizos y añejados como el suizo y el cheddar extra fuerte contienen escasa lactosa por lo que producen menos intolerancia.

Tener cuidado con los medicamentos y algunos alimentos preparados o procesados. La lactosa puede que se encuentre oculta en algunos fármacos o comidas preparadas como los cereales, panqués, chocolate, sopas, budines, aderezos de ensaladas, sorbete, cocoa instantánea, golosinas, cenas congeladas, y mezclas para galletas. Aunque las cantidades de lactosa pueden ser pequeñas, esto puede molestar a las personas con niveles bajos de tolerancia.

Por ello, se recomienda leer las etiquetas y no sólo buscar si contienen leche sino también suero, cuajada, subproductos de leche, sólidos secos de leche, polvo de leche seca sin grasa, caseína, galactosa, polvo de leche descremada, azúcar de leche, y concentrado de proteína de suero, ya que todas estas palabras indican la presencia de lactosa.  De allí la importancia de preferir alimentos frescos, y  evitar las latas y los alimentos congelados.

En el caso de los medicamentos, se le debe preguntar al médico o al farmacéutico si el medicamento contiene excipientes de lactosa.

Tomar porciones pequeñas. Puede que no se tolere de una vez todo un vaso de ocho onzas (240 mililitros) de leche.  Sin embargo, pueda que si se bebe un tercio de taza por la mañana, un tercio por la tarde, y un tercio por la noche, se pueda tolerar.  Esto se debe a hecho que resulta más fácil ingerir menos lactosa en un período de tiempo más largo.

Dosificarse.  Puede convenir tomar a diario una cantidad mínima de lácteos e ir aumentándola con el fin de mejorar el grado de tolerancia y si reaparecen los síntomas reduzca nuevamente.

Si no se ha ingerido lactosa por un mes, pero se sigue sin mejorar, es necesario que se consulte a un médico, ya que podría tratarse de otro tipo de trastorno del sistema digestivo como el síndrome del intestino irritable el cual produce síntomas parecidos a los de la intolerancia a la lactosa

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