Dieta a base de frutas, ¿una
opción saludable?
Nuestro
organismo necesita más de cuarenta nutrientes cada día para regular el
metabolismo a veces se cometen errores producidos por la mala información
recibida o entendida por el consumidor.
Antes de
comenzar es necesario comentar que las frutas todas y cada una de ellas en su
forma natural, (no transgénica) son muy útiles para la alimentación, pero
también es necesario hace constar que, solo las frutas no aportan
suficiente cantidad de todos los
nutrientes.
El ser
humano es omnívoro en su constitución y aún siendo vegetariano, en cualquiera
de sus formas, las frutas constituyen incluso para los carnívoros una parte
importante de la nutrición, pero no la única.
Las únicas
excepciones a esta regla la constituyen los consejos y recomendaciones que
puedan efectuar los Terapeutas Naturales (Naturopatas o Dietistas) que
profesionalmente actúen con las personas que necesiten dietas por motivos
especiales, sean estos tanto estéticos como de salud.
Por favor
cuando leas el artículo, piensa que no es un alegato contra las frutas, pues
estas son utilísimas para la mayoría de las personas. Sólo se trata de un
recordario de lo útiles que son las frutas, pero los efectos contraproducentes
que pueden tener en caso de llegar a convertirse en alimento único, siempre que
no sea recomendado por el profesional de la salud y para determinados casos
particulares, que sólo pueden ser comprobados en consulta por ellos.
Los alimentos contienen cantidades desiguales de
nutrientes.
Las carnes
destacan por el contenido proteico y de hierro; los pescados, por sus ácidos
grasos omega-3; las verduras de hoja verde, por su contenido en folatos y
magnesio; y las frutas, por su aporte de vitamina C, folatos y potasio.
En la leche
sobresale el calcio y la vitamina D, mientras que en los aceites vegetales
(como el de oliva y girasol) y en los frutos secos es reseñable la cantidad de
vitamina E.
Nuestro
organismo necesita más de cuarenta nutrientes cada día para regular el
metabolismo, una cantidad y variedad que no puede ofrecer un único grupo de
alimentos.
A
continuación se explica por qué no es sano comer solo fruta y por qué es mejor
comerla entera que en zumos.
¿Por qué no es “sano” comer solo fruta?
La mejor
fórmula para obtener la energía necesaria y todos los nutrientes que precisa el
organismo es seguir una dieta variada, tanto en cantidad como en tipo de
alimentos y frecuencia de consumo.
Esta es una
razón más que suficiente para evitar una modalidad dietética centrada en el
consumo exclusivo de un grupo de alimentos, por muy sanos que estos sean, como
es el caso de las frutas.
Estas
conforman un variado y colorido grupo de alimentos considerados indispensables
e insustituibles en el contexto de una dieta saludable y equilibrada. Ocupan un
lugar destacado en la pirámide de la alimentación saludable y diversos
organismos de salud y nutrición han marcado objetivos de consumo saludable: dos
o tres frutas diarias, o el equivalente en suma con verduras y hortalizas,
hasta alcanzar 400 gramos cada día.
Pese a ello,
seguir una dieta a base de fruta no está justificado desde la óptica dietética
y nutricional por dos razones principales:
Como fuente
energética, se ingieren solo
azúcares rápidos (fructosa o glucosa), que en determinadas circunstancias de
salud y enfermedad pueden resultar contraproducentes, como en el caso de
padecer diabetes, hipertrigliceridemia, tendencia a mareos y vahídos por
hipoglucemia, altibajos emocionales, esfuerzo físico o intelectual intenso,
etc.
Ojo con su ingesta única (salvo en casos
recomendados por profesionales de la salud). Faltan nutrientes esenciales. En resumen,
el compendio nutricional de las frutas es:
1.
Agua como elemento principal
(80-90%).
2.
Azúcares de absorción rápida
(fructosa, glucosa).
3.
Fibra soluble e insoluble.
4.
Cantidades apreciables de
potasio, modestas de magnesio y escasas de calcio.
5.
Hierro y zinc.
6.
Vitamina A y carotenos.
7.
Vitamina C y folatos.
8.
Multitud de antioxidantes que
tienen también la función de actuar como colorantes de las frutas (licopeno,
beta-caroteno, antocianinas, etc).
9.
Sin embargo, las frutas carecen
de nutrientes esenciales como las proteínas de alto valor biológico y los
lípidos. Entre ellos, los ácidos grasos esenciales, con funciones clave en la
regeneración, recuperación o crecimiento de los tejidos, en la formación y
funcionamiento de hormonas, anticuerpos, neurotransmisores, enzimas,
funcionalidad y elasticidad de las membranas celulares.
Más fruta entera, menos zumos
Al tomar la
fruta en forma sólida se ingiere también fibra, que modula la absorción de los
azúcares y mejora la metabolización de los nutrientes
El azúcar
natural de la fruta es la fructosa.
Es el
predominante en la mayoría de ellas y el que marca el delicioso y esperado
sabor dulce cuando están maduras.
Pero la
fructosa es un nutriente que está en el punto de mira. Su elevado, incluso
exagerado, uso como aditivo endulzante (por lo general proveniente del maíz) en
los alimentos procesados ha llevado a comprobar en distintas investigaciones
que este es un componente pernicioso en determinados casos: desde la obesidad y
el control del peso hasta el daño hepático, al favorecer los depósitos de grasa
en el hígado, o el daño coronario, al alterar los lípidos plasmáticos (aumento
de los triglicéridos y del colesterol "malo" o LDL2).
Aunque en el
auge de estas patologías parece tener una influencia notable el elevado y
creciente consumo de productos procesados edulcorados con fructosa, con
relación a la fruta, también fuente de fructosa, las evidencias apuntan a que
es menos aconsejable tomar zumos de fruta que la fruta entera, en estado
sólido.
Hay estudios
epidemiológicos en humanos que indican que la fructosa es más perjudicial
cuando se toma como líquido, bien en bebidas azucaradas con fructosa o en zumos
de frutas. Cuando se toma la fruta de forma sólida se ingiere también fibra,
que modula la absorción de los azúcares y ayuda a una mejor metabolización de
los nutrientes.
Un día (ojo sólo uno) a fruta
No
es lo mismo seguir una dieta a base de
frutas durante varios días o una temporada, que hacer una "cura" o
una limpieza y comer solo fruta durante uno o dos días. En este segundo
supuesto, se consigue un efecto depurativo, desintoxicante, descongestionante y
diurético.
Para ello se
ha de escoger el momento idóneo, que coincide con días relajados y tranquilos,
en los que no se precisen esfuerzos físicos ni mentales importantes. Esta
elección dietética puede ser interesante cuando se ha seguido durante una temporada
o varios días una dieta desequilibrada y excesiva, con comilonas y
celebraciones, se ha ingerido demasiado alcohol, se ha fumado en exceso o los
menús han sido a base de comida rápida o demasiado contundentes y ricos en
grasas y azúcares. En estos casos, el organismo se siente intoxicado y necesita
un aporte mayor de agua, elementos diuréticos y antioxidantes que favorezcan la
depuración, unas condiciones que reúne la fruta.
Al seguir
uno o dos días este planteamiento de comer solo fruta, no tienen porqué notarse
efectos desagradables, aunque pueden sentirse síntomas pasajeros relacionados
con el bajo aporte energético o con el propio proceso depurativo: falta de
energía, sensación de mareo, falta de fuerzas, dolor de cabeza, etc.
Por ello es
importante contar con el asesoramiento y el apoyo de un Terapeuta Natural
(naturopata-dietista-nutricionista). Además, si se tiene alguna patología,
no se recomienda tomar solo fruta ni siquiera un día, si no hay
consentimiento expreso del profesional de la salud correspondiente.