viernes, 24 de agosto de 2012


Dieta a base de frutas, ¿una opción saludable?





Nuestro organismo necesita más de cuarenta nutrientes cada día para regular el metabolismo a veces se cometen errores producidos por la mala información recibida o entendida por el consumidor.
Antes de comenzar es necesario comentar que las frutas todas y cada una de ellas en su forma natural, (no transgénica) son muy útiles para la alimentación, pero también es necesario hace constar que, solo las frutas no aportan suficiente cantidad de todos los nutrientes.
El ser humano es omnívoro en su constitución y aún siendo vegetariano, en cualquiera de sus formas, las frutas constituyen incluso para los carnívoros una parte importante de la nutrición, pero no la única.
Las únicas excepciones a esta regla la constituyen los consejos y recomendaciones que puedan efectuar los Terapeutas Naturales (Naturopatas o Dietistas) que profesionalmente actúen con las personas que necesiten dietas por motivos especiales, sean estos tanto estéticos como de salud.

Por favor cuando leas el artículo, piensa que no es un alegato contra las frutas, pues estas son utilísimas para la mayoría de las personas. Sólo se trata de un recordario de lo útiles que son las frutas, pero los efectos contraproducentes que pueden tener en caso de llegar a convertirse en alimento único, siempre que no sea recomendado por el profesional de la salud y para determinados casos particulares, que sólo pueden ser comprobados en consulta por ellos.


Los alimentos contienen cantidades desiguales de nutrientes.

Las carnes destacan por el contenido proteico y de hierro; los pescados, por sus ácidos grasos omega-3; las verduras de hoja verde, por su contenido en folatos y magnesio; y las frutas, por su aporte de vitamina C, folatos y potasio.
En la leche sobresale el calcio y la vitamina D, mientras que en los aceites vegetales (como el de oliva y girasol) y en los frutos secos es reseñable la cantidad de vitamina E.
Nuestro organismo necesita más de cuarenta nutrientes cada día para regular el metabolismo, una cantidad y variedad que no puede ofrecer un único grupo de alimentos.
A continuación se explica por qué no es sano comer solo fruta y por qué es mejor comerla entera que en zumos.


¿Por qué no es “sano” comer solo fruta?

La mejor fórmula para obtener la energía necesaria y todos los nutrientes que precisa el organismo es seguir una dieta variada, tanto en cantidad como en tipo de alimentos y frecuencia de consumo.
Esta es una razón más que suficiente para evitar una modalidad dietética centrada en el consumo exclusivo de un grupo de alimentos, por muy sanos que estos sean, como es el caso de las frutas.

Estas conforman un variado y colorido grupo de alimentos considerados indispensables e insustituibles en el contexto de una dieta saludable y equilibrada. Ocupan un lugar destacado en la pirámide de la alimentación saludable y diversos organismos de salud y nutrición han marcado objetivos de consumo saludable: dos o tres frutas diarias, o el equivalente en suma con verduras y hortalizas, hasta alcanzar 400 gramos cada día.
Pese a ello, seguir una dieta a base de fruta no está justificado desde la óptica dietética y nutricional por dos razones principales:

Como fuente energética, se ingieren solo azúcares rápidos (fructosa o glucosa), que en determinadas circunstancias de salud y enfermedad pueden resultar contraproducentes, como en el caso de padecer diabetes, hipertrigliceridemia, tendencia a mareos y vahídos por hipoglucemia, altibajos emocionales, esfuerzo físico o intelectual intenso, etc.


Ojo con su ingesta única (salvo en casos recomendados por profesionales de la salud). Faltan nutrientes esenciales. En resumen, el compendio nutricional de las frutas es:

1.   Agua como elemento principal (80-90%).
2.   Azúcares de absorción rápida (fructosa, glucosa).
3.   Fibra soluble e insoluble.
4.   Cantidades apreciables de potasio, modestas de magnesio y escasas de calcio.
5.   Hierro y zinc.
6.   Vitamina A y carotenos.
7.   Vitamina C y folatos.
8.   Multitud de antioxidantes que tienen también la función de actuar como colorantes de las frutas (licopeno, beta-caroteno, antocianinas, etc).
9.   Sin embargo, las frutas carecen de nutrientes esenciales como las proteínas de alto valor biológico y los lípidos. Entre ellos, los ácidos grasos esenciales, con funciones clave en la regeneración, recuperación o crecimiento de los tejidos, en la formación y funcionamiento de hormonas, anticuerpos, neurotransmisores, enzimas, funcionalidad y elasticidad de las membranas celulares.


Más fruta entera, menos zumos

Al tomar la fruta en forma sólida se ingiere también fibra, que modula la absorción de los azúcares y mejora la metabolización de los nutrientes
El azúcar natural de la fruta es la fructosa.
Es el predominante en la mayoría de ellas y el que marca el delicioso y esperado sabor dulce cuando están maduras.
Pero la fructosa es un nutriente que está en el punto de mira. Su elevado, incluso exagerado, uso como aditivo endulzante (por lo general proveniente del maíz) en los alimentos procesados ha llevado a comprobar en distintas investigaciones que este es un componente pernicioso en determinados casos: desde la obesidad y el control del peso hasta el daño hepático, al favorecer los depósitos de grasa en el hígado, o el daño coronario, al alterar los lípidos plasmáticos (aumento de los triglicéridos y del colesterol "malo" o LDL2).

Aunque en el auge de estas patologías parece tener una influencia notable el elevado y creciente consumo de productos procesados edulcorados con fructosa, con relación a la fruta, también fuente de fructosa, las evidencias apuntan a que es menos aconsejable tomar zumos de fruta que la fruta entera, en estado sólido.
Hay estudios epidemiológicos en humanos que indican que la fructosa es más perjudicial cuando se toma como líquido, bien en bebidas azucaradas con fructosa o en zumos de frutas. Cuando se toma la fruta de forma sólida se ingiere también fibra, que modula la absorción de los azúcares y ayuda a una mejor metabolización de los nutrientes.


Un día (ojo sólo uno) a fruta

No es lo mismo seguir una dieta a base de frutas durante varios días o una temporada, que hacer una "cura" o una limpieza y comer solo fruta durante uno o dos días. En este segundo supuesto, se consigue un efecto depurativo, desintoxicante, descongestionante y diurético.
Para ello se ha de escoger el momento idóneo, que coincide con días relajados y tranquilos, en los que no se precisen esfuerzos físicos ni mentales importantes. Esta elección dietética puede ser interesante cuando se ha seguido durante una temporada o varios días una dieta desequilibrada y excesiva, con comilonas y celebraciones, se ha ingerido demasiado alcohol, se ha fumado en exceso o los menús han sido a base de comida rápida o demasiado contundentes y ricos en grasas y azúcares. En estos casos, el organismo se siente intoxicado y necesita un aporte mayor de agua, elementos diuréticos y antioxidantes que favorezcan la depuración, unas condiciones que reúne la fruta.
Al seguir uno o dos días este planteamiento de comer solo fruta, no tienen porqué notarse efectos desagradables, aunque pueden sentirse síntomas pasajeros relacionados con el bajo aporte energético o con el propio proceso depurativo: falta de energía, sensación de mareo, falta de fuerzas, dolor de cabeza, etc.
Por ello es importante contar con el asesoramiento y el apoyo de un Terapeuta Natural (naturopata-dietista-nutricionista). Además, si se tiene alguna patología, no se recomienda tomar solo fruta ni siquiera un día, si no hay consentimiento expreso del profesional de la salud correspondiente.

miércoles, 22 de agosto de 2012


CAÍDA DEL CABELLO






¿Qué es el ciclo normal de crecimiento y caída del cabello?

El ciclo normal de crecimiento del cabello dura entre 2 y 3 años. Durante esta fase, cada cabello crece, aproximadamente, 1 centímetro por mes. Alrededor del 90% del cabello del cuero cabelludo está creciendo al mismo tiempo. Alrededor del 10% del cabello del cuero cabelludo se encuentra en una fase de descanso al mismo tiempo. Después de 3 a 4 meses, el cabello en fase de descanso se cae y, en su lugar, comienza a crecer cabello nuevo.

Es normal que se caiga cabello todos los días, como parte de este ciclo. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar una caída excesiva (más que lo normal) del cabello. La caída del cabello de este tipo puede afectar a hombres, mujeres y niños.


Desde el punto de vista alopático.

¿Qué es el Efluvio Telógeno y cómo afecta a la caída del cabello?

El concepto del efluvio telógeno fue introducido por  Kligman  en 1961, al observar que el aumento de la perdida de pelo telogénico podría ser debido a una aceleración del ciclo capilar.

Y lo describió como la pérdida de cabellos normales que sigue a una evolución prematura de los folículos en fase anágena hacia fase telógena.

Dicha perdida de pelo comienza a ser evidente tras dos a cinco meses, mientras que en el efluvio anágeno la pérdida se manifiesta en días o semanas

La caída del pelo por el efluvio télogeno siempre es difusa o de distribución masculina; nunca es total.

Esta caída puede durar desde 6 meses hasta varios años siempre cuando no sobrevenga otro agente desencadenante.

De hecho existen numerosas condiciones que pueden provocar la pérdida capilar, por lo cual es importante analizar todos los factores posibles.

En 1993 Headington propuso cinco mecanismos por los que se puede manifestar el efluvio telógeno:

1.   Paso rápido de anágeno a telógeno: Los folículos entran en fase telogénica antes de haber terminado la anagénica.
2.   Retraso de la fase anágena: Algunos folículos se retrasan en su paso de anágeno a telógeno; cuando finalmente revierten a telógeno se manifiesta una situación de alopecia difusa aguda.
3.   Reducción de la fase anágena: Se manifiesta con una situación moderada de pérdida difusa del cabello que se acompaña de una limitación de la longitud del cabello
4.   Pérdida rápida telogénica: Se pierden los cabellos telogénicos en poco tiempo.
5.   Retraso de la fase telógena: Suele ir precedida de una disminución global del número de cabellos de modo no significativo.


Causas comunes que producen el efluvio telógeno

Hay muchas causas potenciales que pueden provocar el efluvio telógeno, pero las más comunes son las siguientes:

1.   Deficiencias de la dieta: Como la falta de vitaminas o minerales, particularmente de hierro.
2.   Hormonas/Embarazo/Parto: Niveles anormales de hormonas en mujeres, especialmente durante el embarazo y después, o la falta de nutrientes en el embrión.
3.   Alopecia inducida por fiebre: Altas temperaturas del cuerpo, en respuesta a enfermedades infecciosas crónicas, a las que las células del folículo responden reduciendo su actividad.
4.   Radiación ultravioleta: Bajas dosis de radiación UV puede destruir algunos de las células sensibles de los folículos y disminuir su actividad.
5.   Pérdida aguda de sangre: La pérdida de sangre puede vaciar de nutrientes al folículo, forzándolo a reducir su actividad.
6.   Hipertiroidismo o Hipotiroidismo: Las hormonas tiroideas tienen un profundo efecto sobre la actividad folicular.
7.   Efluvio neonatal: Los recién nacidos pueden tener pérdida de pelo en los primeros meses de vida.
8.   Estrés físico extremo: Intervenciones quirúrgicas.
9.   Estrés emocional: El estrés emocional crónico, o shocks repentinos, pueden causar efectos adversos en los folículos, aunque los mecanismos que los producen no son conocidos.
10.               Enfermedad severa: Esto puede modificar el normal funcionamiento del cuerpo y tener un impacto sobre los folículos.


Tratamiento

El tratamiento es el mismo que el del efluvio anágeno, siempre y cuando no exista asociada una alopecia androgenética, es determinar el agente etiológico que  inicio este tipo de calvicie, y tomar las medidas terapéuticas adecuadas.


Desde el punto de vista natural.

Ayurveda, es el sistema de Terapia Natural que se usa desde hace 5.000 años para la curación holística en la India.

Muchas de las aplicaciones de este sistema, se hacen cada vez más populares en balnearios, salones de belleza y fabricantes del cuidado de pelo, por todo el mundo debido a la eficacia en las soluciones que proporciona para cada tipo de problema.
Las recomendaciones del Ayurveda para el pelo, no son solo para el mantenimiento de la fuerza de pelo, el color y el lustre, también va dirigido al cuidado del pelo sin estar basado en sustancias químicas, que pueden ocasionar problemas de salud a largo plazo.


Ventajas del pelo sano en su interior

Como su piel, su pelo necesita la nutrición desde el interior.
Si su dieta es deficiente en productos de alimentación amistosos del pelo, o su digestión no es eficiente, todos los champús caros y los tratamientos de pelo en el mundo no serán eficaces en el mantenimiento del color y la longevidad de su pelo.
Si se quiere tener un pelo sano y brillante, como primera medida de salud debe estar muy pendiente no sólo de qué come, sino también de cuando come y como.


¿Qué comer para tener el pelo sano?

En vez de enfocarse en las sustancias nutritivas específicas o cantidades rígidas, el Ayurveda recomienda una mezcla de productos de alimentación sanos, naturales como la mejor manera y modo más sabroso de alimentar el pelo con una gran variedad de sustancias nutritivas.
La clave básica de toda recomendación, consiste en comer alimentos que sean enteros, naturales, orgánicos y frescos.


Recomendaciones ayurvédicas utilizadas en Terapia Natural.

Incluya muchas verduras en su dieta diaria.
Verdes, oscuras, frondosas tales como las remolachas, el brócoli, las zanahorias, el rábano blanco.
Hierbas frescas verdes como el cilantro, la menta y la albahaca.
Son todas opciones excelentes para un suministro variado y rico de sustancias nutritivas para su pelo.
Para servir estas comidas, es aconsejable que sea en dados o que estén bien cortaditas para una mejor digestión.
Añada especias “amistosas” para el pelo como el comino en los platos de verduras.
Las especias no sólo ofrecen su propia sabiduría de curación; también ayudan a transportar las sustancias nutritivas de otros productos de alimentación que usted come a las células y los tejidos del cuerpo.
Varíe las verduras que usted come  día a día.

Incluya muchas frutas en su dieta diaria.
Escoja los diferentes tipos de bayas, cítricos, melones y uvas dulces. Varíe las frutas que usted come día a día. Introduzca un puñado de pasas en agua caliente durante aproximadamente 30 minutos y cómalos cada mañana para promover la regularidad, esencial para la salud de su pelo.

El coco es apreciado en la medicina ayurvédica por su capacidad de alimentar el pelo y el cuero cabelludo.
La caída prematura del pelo está asociada en el Ayurveda con un desequilibrio en el dosha  Pitta, el principio de calor en el cuerpo. Para equilibrar el ardiente  Pitta, añada coco fresco rallado a las verduras o platos de grano, y beba el jugo fresco del coco. Este jugo  no sólo es delicioso y el refrescante, sino que también ofrece una variedad de sustancias nutritivas para su pelo. Además el coco contiene el aceite que previene la sequedad excesiva del cuero cabelludo y el pelo.

Los productos lácteos alimentan muy bien su pelo.
El Ayurveda recomienda la leche entera en particular, el queso fresco  y el yogur. La leche tradicionalmente es hervida y dejada a  una temperatura cómoda antes de ser bebida para mejorar la digestión de la misma.

Los granos enteros y las legumbres más pequeñas también ofrecen la alimentación a su pelo sin exigir demasiado su sistema digestivo.
Varíe los granos que usted come, y combine granos, frijoles, verduras, hierbas y especias en sumamente y tendrá un cóctel de sustancias nutritivas y ricas para su pelo.

Incluya nueces en su dieta diaria.
Ponga 8-10 almendras en  agua caliente, un rato y luego cómalas en el desayuno cada mañana. Las nueces también pueden introducirse en agua y contribuyen para la salud del pelo y el color.

Hay algunas hierbas ayurvédicas que se llaman hierbas keshya rasayanas, que promueven la salud total y la longevidad de su pelo. La Grosella india espinosa, en particular es apreciada por su capacidad de mantener el color del pelo y la fuerza. Está extensamente disponible en forma de  pastillas o en forma de polvo para ser consumida como un suplemento dietético.

Triphala, una combinación tradicional ayurvédica de tres frutas (de la cual la grosella es una) es también un tónico y un producto de limpieza interno.

jueves, 16 de agosto de 2012


Entender los resultados de un análisis de sangre



La interpretación de los resultados de una analítica puede dar lugar a confusiones, ya que algunos valores de normalidad dependen de cada persona

Los análisis de sangre forman parte de los controles médicos habituales.
En algunas ocasiones, interpretar los resultados puede resultar un tanto confuso, debido a términos que se desconocen y a valores de normalidad reflejados de distintas formas.
No obstante, lo mejor es confiar en el criterio del médico antes de alarmarse ante un resultado que no se entiende.
Además, hay que tener en cuenta dos aspectos: los valores de las determinaciones no siempre se expresan en las mismas unidades y las cifras de "normalidad" pueden tener pequeñas variaciones, ya que dependen del laboratorio que analice la muestra. De la misma manera, se recomienda seguir unas sencillas indicaciones antes de una analítica.


Análisis de las células de la sangre: el hemograma

Los tres grupos de células presentes en la sangre son: los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. Los glóbulos rojos, también llamados hematíes o eritrocitos, son los corpúsculos (elementos) encargados de transportar el oxígeno desde los pulmones hasta todas las células del organismo. En su interior se halla la hemoglobina, que lleva el oxígeno y es la responsable del característico color rojo de la sangre.

Las analíticas reflejan varios valores de los glóbulos rojos. En primer lugar, es frecuente que conste el número de hematíes, expresado en millones por milímetro cúbico, cuyos valores normales oscilan entre 4.300.000 y 5.900.000/mL.
En el hemograma también se cuantifica la hemoglobina (entre 12,5 y 17gr/L), que a menudo es proporcional a los hematíes; es decir, cuando hay anemia, tanto el número de hematíes como la cifra de hemoglobina son bajos. El hematocrito es el tanto por ciento de hematíes en el volumen total de la sangre y también es un buen indicador para las anemias. Los resultados aceptables son distintos en hombres, de un 40,7% a un 50,3 %, que en mujeres, del 36,1% al 44,3%.

En el hemograma constan otros datos que resultan útiles: VCM (Volumen Corpuscular Medio, con valores entre 78 y 100 femtolitro, fL), que refleja el tamaño de los hematíes; HCM (Hemoglobina Corpuscular Media, que oscila entre 27 y 32 picogramos por célula, pg/cél), referido a la cantidad de hemoglobina de cada hematíe; y CHCM (Concentración de Hemoglobina Corpuscular Media, de 32 a 36 gm/dL), que relaciona la cantidad de hemoglobina que lleva el hematíe con su volumen.

Respecto a los glóbulos blancos o leucocitos, el hemograma refleja su cifra total (consta con la palabra "recuento", con valores normales entre 3.500 y 11.000/mL) y las diferentes clases de leucocitos (se recoge como "fórmula leucocitaria"). Los leucocitos son el pilar básico de defensa frente a los microorganismos. Hay varios tipos y cada uno de ellos se encarga de una función específica: neutrófilos, linfocitos, monocitos y eosinófilos.

El número de leucocitos aumenta en las infecciones y predomina un tipo u otro, según el tipo de microorganismos (en las infecciones bacterianas aumentan los neutrófilos y en las provocadas por virus, los linfocitos y los monocitos). Pueden disminuir en infecciones muy graves, ante enfermedades de la médula ósea o como efecto secundario de algún fármaco.

Por último, el hemograma estudia las plaquetas (130.000 y 450.000/mL), que intervienen en la formación de coágulos sanguíneos. Las enfermedades hematológicas y los trastornos hepáticos son las causas más frecuentes que alteran su número.


Estudio de la función del hígado y del riñón: bioquímica

Las determinaciones relacionadas con el riñón son la urea (valor normal: 10 y 40 mg/dl), la creatinina (entre 0.6 y 1.2 mg/dl) y el ionograma. La creatinina es una proteína muscular que circula por la sangre y que se elimina a través de la orina. Sus niveles son uno de los indicadores más precisos del funcionamiento del riñón. La urea mide también la función renal y el grado de hidratación. Aumenta en la insuficiencia renal, en estados de deshidratación y en individuos con mucha masa muscular.

Dado que una de las funciones primordiales del riñón es la eliminación de agua y de electrolitos, el estudio de la función renal se complementa con el ionograma, que determina los niveles de sodio, potasio y cloro. Estos últimos, en ocasiones, se identifican con las siglas de la tabla periódica de elementos: Na (135-146 mEq/l), K (3,5-5,0 mEq/l)y Cl (98-106 mEq/l), respectivamente.

En el apartado de la bioquímica también se estudia la función del hígado. Los valores que se muestran como GOT/ALT (valor normal entre 0 y 37 U/L ), GPT/AST (entre 0 y 41 U/L) y GGT (entre 11 y 50 U/L) corresponden a lo que de forma genérica se conoce como transaminasas. Son enzimas que se hallan en el interior de las células hepáticas. Valores por encima de los normales denotan que hay un proceso que provoca una inflamación. Estos procesos pueden ser de índole tan variada como una hepatitis (aguda o crónica) o los efectos tóxicos del alcohol o de ciertos fármacos.

La fosfatasa alcalina es otra enzima que está presente en el hígado, además de estarlo en otras zonas como el hueso, y su valor oscila entre 40 y 129 U/L. Suele elevarse en problemas de obstrucción de las vías biliares y en algunas alteraciones del hueso, como en la fase de consolidación de una fractura o en infiltraciones tumorales. A menudo, los niños tienen cifras altas de fosfatasa alcalina durante la etapa de crecimiento.

Los niveles de fosfatasas alcalinas y bilirrubina (0,2 mg/dL y 1 mg/dL) también son indicadores de la salud del hígado. La bilirrubina se forma al destruir la hemoglobina y la capta el hígado, que la elimina por la bilis. Cuando este no es capaz de metabolizarla correctamente (como ocurre en diversas hepatopatías) o cuando hay algún problema en la excreción de la bilis (como piedras en la vesícula), se detectan niveles elevados de bilirrubina. Si son importantes, ocurre un tinte amarillento de la piel, muy característico, que se conoce como ictericia.


Estudio del metabolismo: la glucosa y el colesterol

Antes de un análisis de sangre, se recomienda no realizar ejercicio intenso, no fumar y evitar una cena copiosa
La glucosa es un azúcar (hidrato de carbono) considerado como la principal fuente de energía para las células. Sus niveles varían durante el día y son máximos en las 2 horas que siguen a la ingesta y mínimos tras ayunos prolongados. Los niveles normales oscilan entre 70 milígramos por decilitro de sangre (mg/dL) y 110 mg/dL. El diagnóstico de diabetes se establece cuando hay dos determinaciones en ayunas por encima de 126 mg/dL o una por encima de 200 mg/dL, aunque sea después de una comida.

En el caso de que los valores de glucemia estén por encima de 100mg/dL, pero por debajo de 126mg/dL, se habla de intolerancia a la glucosa, que puede indicar un estado previo de diabetes. En estos casos, se recomienda hacer un estudio de sobrecarga de glucosa: consiste en administrar un preparado con 75 gr de glucosa y determinar la glucemia a las 2 horas. Si se obtienen valores entre 140 y 199, se establece también el diagnóstico de diabetes.

Para el estudio de las grasas o lípidos, las analíticas determinan los valores del colesterol y los triglicéridos. Del colesterol se estudian sus niveles totales y algunas de sus fracciones, que se conocen como colesterol "bueno" (HDL) y colesterol "malo" (LDL). El colesterol es un elemento imprescindible para la vida, ya que es el precursor de algunas hormonas y de los ácidos biliares. Dado que es una sustancia grasa, no es soluble en el agua de la sangre y necesita una lipoproteína que la transporte. Las lipoproteínas más conocidas son la LDL y la HDL. La LDL es la responsable del transporte del colesterol a los tejidos, por lo que si es elevada, contribuye a que se deposite mas colesterol en las paredes de las arterias. Por el contrario, la HDL retira el colesterol de los tejidos y, por ese motivo, se conoce de manera popular como colesterol "bueno".

La interpretación de los resultados que figuran en la analítica puede dar lugar a confusiones ya que, al contrario de lo que ocurre con la glucemia, no hay unos valores de "normalidad" que se acepten para todo el mundo, sino que están en función de cada persona y dependen de su riesgo cardiovascular. Esto significa que no se recomiendan los mismos niveles de colesterol a una persona que haya padecido un infarto que a otra joven, sana y no fumadora.

Como orientación, las personas que hayan padecido un problema cardiovascular (infarto, accidente vascular cerebral...) deben mantener el colesterol total por debajo de 200 mg/dl y la fracción LDL, entre 70-100 mg/dl (o 2,58 mmol/l). Por el contrario, si el riesgo cardiovascular es bajo, es suficiente que se mantengan niveles de LDL por debajo de 130 mg/dl. Los triglicéridos corresponden a la grasa que ingerimos con la dieta. Aumentan con las dietas ricas en grasas y en personas con sobrepeso o con ingesta alcohólica importante. Se recomiendan valores por debajo de 150 mg/dL.


PREPARARSE PARA UNA ANALÍTICA DE SANGRE

1.   Es aconsejable retrasar la analítica al menos tres semanas, si se ha padecido alguna enfermedad leve o cambios en la dieta (vacaciones, navidad...), o tres meses, en caso de cirugía o enfermedad grave.
2.   Mantener la dieta, estilo de vida y peso habitual en las dos semanas previas a la extracción.
3.   Si el motivo de la analítica es el estudio de colesterol y triglicéridos, es mejor realizar la extracción tras 12-14 horas de ayuno. También es una buena idea evitar una cena copiosa o rica en grasas la noche anterior.
4.   Evitar la realización de ejercicio físico intenso en las 24 horas previas a la extracción.
5.   No fumar en las tres horas anteriores.
6.   Para los análisis de orina, no se necesita preparación especial. La muestra idónea es la primera orina de la mañana porque representa la de toda la noche (10-12 horas) y es más probable que revele alteraciones.
7.   Antes de recoger la muestra de orina, se recomienda lavar y secar los genitales para garantizar la ausencia de microorganismos que puedan contaminarla. Por el mismo motivo, debe desecharse la primera orina y recoger a partir de la mitad del chorro miccional.
8.   En caso de que la muestra de orina o de heces se recoja en casa, es mejor conservarla en el frigorífico si se demora su traslado al laboratorio.