jueves, 27 de diciembre de 2012


LA PROGESTERONA





Ahora sabemos que la hormona predominante en le hombre es la testosterona y en la mujer es el estrógeno, debemos saber que otra hormona viene a formar parte del entorno hormonal de la mujer y que participa directamente en cada una de las menstruaciones de esta amén de ser muy importante a la hora de lograr la concepción efectiva de un nuevo ser.
Esta hormona es la progesterona y, al igual que el estrógeno, se forma en los ovarios.
También podemos decir que la progesterona predomina en el organismo de la mujer en la segunda mitad de la menstruación, durante la llamada fase lútea y decrece durante la primera mitad de la menstruación o fase folicular.
También se ha visto que esta hormona puede sintetizarse en las glándulas adrenales y en el hígado aunque en cantidades mucho menores. También se desarrollan durante la pubertad y descienden luego de la menopausia haciendo necesario su reemplazo del que hablaremos más adelante en el presente artículo.

La principal función de la progesterona es actuar sobre los cambios que promueve el estrógeno a nivel del endometrio.
Es en ese momento que entra en juego la progesterona para ejercer los cambios madurativos necesarios y preparando las paredes del endometrio para la recepción e implantación del nuevo embrión y su adecuada fijación.
Por otra parte, la progesterona también ejerce otro efecto, esta vez sobre las mamas haciendo que estas también se engrosen preparándose así para una supuesta y futura lactancia.
De aquí se podría derivar un componente sexual ya que muchos hombres se ven atraídos por los senos grandes.

En efecto, es en esta misma fase de mayor acción de la progesterona en el cuerpo de la mujer que se dan otros cambios como una mayor retención de líquidos sobre todo en el área de los senos, las caderas y las piernas, dándole a la mujer ese aspecto más lleno y redondeado que atrae al sexo opuesto.

Cuando no se trata de una concepción y al finalizar el ciclo de la menstruación, con el consiguiente descenso de los niveles de progesterona, el endometrio se cae dando lugar al sangrado o regla de la mujer.
Esta hormona también es responsable de algunos caracteres femeninos secundarios tal cual lo es el estrógeno. Después de la menopausia, el nivel de la progesterona baja junto con el nivel de estrógenos en al mujer.

El reemplazo de progesterona suele seguir varios criterios y se utiliza en mujeres menopáusicas así como en mujeres que han tenido menstruaciones normales y han dejado de reglar sin estar en edad de menopausia.
También se suele usar en conjunto con una terapia de reemplazo de estrógenos para equilibrar el entorno y recrear el efecto que tienen ambos en el escenario de una mujer en edad fértil.
Esta hormona viene en forma de tabletas y por lo general se toma una vez al día antes de acostarse.
La programación siempre la hace un médico y por lo general se sigue el esquema rotativo que sugiere diez a doce días seguidos de toma de la pastilla seguido por 16 a 18 días en que ésta no se toma.

Se vio que la progesterona tomada en forma oral no era bien absorbida por el organismo y por esta razón los científicos desarrollaron las progestinas que son sustancias similares a la progesterona pero de mucha mejor asimilación para la mujer. Las progestinas también pueden absorberse a través de la piel por lo que se han desarrollado cremas que la contienen.
Otra forma de presentación es la progesterona micronizada que también se toma de forma oral. Se dice que existe progesterona en algunos alimentos como la soya o el ñame pero lo cierto es que los laboratorios sintetizan las progestinas sintéticas a partir de estos alimentos antes de ofrecerlo al mercado.

En cuanto a la progesterona en crema podemos decir que su uso tiene ciertos límites ya que los estudios han demostrado que es útil sólo para reducir algunos síntomas de la menopausia como los bochornos pero que no proporciona los efectos necesarios para efectuar los cambios pertinentes en el útero en presencia del estrógeno.
Otros van más allá e indican que la progesterona en crema ni siquiera alcanzaría para prevenir la pérdida del calcio de los huesos en la mujer.
Algunos sugieren que la mujer que se reemplaza con estrógenos, debe hacer lo propio con la progesterona para prevenir el cáncer de útero, sobre todo si se trata de mujeres que no han sido sometidas a una operación de retiro del útero (histerectomía). Sin embargo los estudios aún no son concluyentes en este aspecto.

Por otra parte se han realizado estudios recientes que indican que luego de la menopausia la mujer aún sigue produciendo cantidades mínimas de estrógeno a nivel adrenal.
Por otra parte, esos mismos estudios indicaron que el principal problema de la menopausia es la pérdida de sensibilidad hacia el estrógeno. A esto se sumó el descubrimiento de que la progesterona –entre otras funciones- hace que las células tengan mayor sensibilidad hacia el estrógeno. Se vio entonces que no hacía falta que la mujer usara estrógenos sintéticos para el reemplazo hormonal y que era suficiente con utilizar progestinas.
Gracias a esto, la mujer puede ahora disfrutar de los beneficios de un reemplazo hormonal sin los riesgos de cáncer que siempre conllevaba la inclusión de estrógenos como en el cáncer de mama o el cáncer de útero.

Por otra parte, la vigilancia médica del reemplazo debe ser minuciosa ya que se han reportado algunos casos de efectos secundarios que acompañaron a la terapia de reemplazo hormonal con progesterona como aumento de los niveles de LDL o colesterol malo y la disminución de los niveles de HDL o colesterol bueno.
También se han referido algunos casos de distensión abdominal, mareos y vómitos, dolor de los senos, cambios de humor, dolores de cabeza, dolores en los músculos y las articulaciones, irritabilidad, tos. Si estos síntomas persisten, la mujer debe acudir al médico de inmediato.
En cualquier caso se prefiere el reemplazo con progesterona natural antes que con progestinas.

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