jueves, 1 de septiembre de 2011


ELEMENTO AIRE EN TERAPIA FLORAL:
EL OTOÑO Y LA DEPRESIÓN



Archivo: Vayu Deva.jpg
Vayu (El “dios” deva del viento en Ayurveda)



En Terapia Floral, de la misma forma que en algunas ramas de la Psicología, la interpretación de los antiguos “cuatro elementos hipocráticos” hunde sus raíces en una de las ramas de la Ayurveda, a saber:


Especialidades del Ayurveda

Clásicamente hay 8 ramas que son utilizadas en Ayurveda para el tratamiento de las personas, llamadas ataga son:

1.   medicina general (kāya cikitsā) kayā, cuerpo, cikitsā, tratamiento, terapia.
2. tocoginecología y pediatría (bāla roga cikitsā) bāla niño, infante. Roga, enfermedad. Cuidado prenatal y posnatal de la madre y el hijo. Enfermedades de los niños. El tratado clásico fundamental es el kayapa sahitā, también conocido como Braddha Jīvakiya Tantra
3.   cirugía general, shalya cikitsā. Suśruta sahitā es el texto clásico.
4.  cirugía de ojo, nariz, oído, y garganta o enfermedadesde cabeza y cuello. Śalalya cikitsā
5.   toxicología (agada tantra); agada, droga, antídoto. agadakāra, farmaceutico.
6.   vajīkaraa cikitsā. Tratamiento de la virilidad y fertilidad.
7. graha cikitsā o bhūta vidyā. Psiquiatría y psicología. Enfermedades mentales y su tratamiento.
8.   rejuvenecimiento (rasāyana). Ramayana, elixir. Esta rama trata la prevención de las enfermedades y la prolongación de una vida sana.

Existen 2 ramas más, que no tratan a la persona, pues estan dedicadas a la veterinaria y al cuidado de las plantas


Historia del elemento Aire: Las connotaciones de Vayu

Como la palabra aire (vayu) o el viento (Pavana) es uno de los Panchamahābhuta o cinco grandes elementos de Ayurveda.

De esta Panchamahābhuta, surge la “dosha” “Vata” palabra que en sanscrito significa literalmente "volado".
En cambio "Vayu" significa “ventilador"
Y "prana" significa “respirar" (a saber, el aliento de vida, más tarde conocido como “anemoi” en Occidente).
En la mitología griega, los Anemoi (en griego antiguo Άνεμοι, ‘vientos’) eran dioses del viento, que se correspondían con los puntos cardinales desde los que venían sus respectivos vientos y que estaban relacionados con las distintas estaciones y estados meteorológicos.
A veces eran representados como simples ráfagas de viento y otras se les personificaba como personajes alados, e incluso en ocasiones tomaban la forma de caballos encerrados en los establos de su señor y gobernante, Eolo, si bien también los demás dioses, especialmente Zeus, ejercen poder sobre ellos.
Para los griegos existían vientos favorables y vientos desfavorables.

Todo lo anterior lleva a expresar el referente principal de la palabra “vayu/aire”, como el "dios de la vida", que es a veces y para una mayor claridad de su signfiicado profundo tanto físico, como psicosomático, se le cita como "Mukhya-vayu" (el jefe de Vayu) o "Mukhya prana" (el jefe de la Vida).
A veces la palabra "vayu", se utiliza en su forma mas habitual, es decir, en el sentido de la física del aire o el viento y se utiliza como sinónimo de "Prana".
Sin embargo, existe un conjunto separado de cinco deidades del prana (aliento vital), cada una de las cuales tiene sus propias características energéticas, fácilmente identificables a través del diagnóstico Ayurveda, teniendo por tanto su propio tratamiento dentro de “Panchakarma”.
Estas cinco “deidades” Vayu son: Prana, Apana, Vyana, Udana y Samana, controlar la vida (y el aliento vital), el viento, toque/sensación, la digestión y excreción.
Todos estos “personaje míticos/energías vitales”, realmente representan dentro de la “mitología hindú”, distintos grados y formas energéticas, cada una de las cuales se trasladaron a la “mitología griega”, en la forma de distintas “divinidades”, y a su vez en Occidente tomamos sus interpretaciones arquetípicas. (Algunas tan desconocidas, como por ejemplo el viento conocido como “Euro” que en griego antiguo, era la denominación de la deidad que representaba al funesto viento del este. Se creía que traía calor y lluvia, y su símbolo era una vasija invertida derramando agua.


APLICACIÓN PRACTICA DEL ANTERIOR CONOCIMIENTO ANCESTRAL A LA TERAPIA FLORAL

De los cuatro elementos hipocráticos (Ayurveda reconoce seis) el Aire representa el plano mental, la idea como semilla de creatividad y evolución. Es la causa de todo lo creado.


Simbolismo del aire.

En la creación el aire/pensamiento es el aspecto masculino (padre) emanación del Espíritu.
En cambio el agua/emoción es el femenino (madre) emanación del Alma

La tierra/materia es el resultado de la unión de ambos (el hijo).


Resumiendo, si lo que piensas te emociona lo materializas.


Pero ojo con lo que piensas, no todos los vientos son benéficos, algunos son destructivos, como necesidad previa de limpiar para volver a contruir.

Si los pensamientos son ruines y negativos, las emociones que se generan son desequilibradas y negativas, lo que se materializa en dolor.
Si los pensamientos son positivos, las emociones y sentimientos puros generan experiencias materiales elevadas.


El aire y los pensamientos

Cuando en un sueño el aire es protagonista tiene que ver con la calidad y potencia de nuestros pensamientos "creativos".

Si el aire es suave y limpio también lo es nuestra mente así como la ideología positiva y clara por la que nos regimos en la vida, impulsándonos a los buenos sentimientos y acciones, al bien, a la creatividad y evolución ilimitadas.
Lo que enrarece el aire es la negatividad, la maldad, la falta de amor y equilibrio entre espíritu y materia, la falta de escrúpulos e ideales elevados, el egoísmo, la bajeza, el pensar que el dolor es el único medio para conseguir algún reto en la vida.
Cuando uno aprende, avanza, crea, evoluciona a través de la observación, el esfuerzo positivo, el ejemplo, el trabajo bien hecho, no necesita de lecciones duras y amargas; esas sólo son necesarias cuando "por la buenas" no aprendimos la lección.
La vida sólo se convierte en un valle de lágrimas cuando renunciamos a crear desde el pensamiento positivo y equilibrado. La expulsión del hombre del paraíso tiene que ver con la mala decisión de creer en el sistema creativo dual basado en la lucha entre el bien y el mal, al que la humanidad parece aún no haber renunciado.


El viento y el huracán

· El viento, sin embargo, en una interpretación más materialista, simboliza nuevas ideas, a veces revolucionarias, que pueden cambiar la vida del soñante tanto para bien como para mal.
Expresiones tan actuales como "soplan aires de cambio" o "dar un nuevo aire" a algo, demuestra esta idea de renovación (la “pseudoteoría del 2012”, que no deja de ser un señuelo falso, tal y como la interpretan de este aire).
Si las consecuencias de esa renovación (bajando los pies al suelo sería el equivalente del cambio del fuego a la tierra o dicho de otra forma el final del verano con la sensación de libertad al otoño, con la vuelta a la “habitualidad”, tal y como lo definen algunos psicólogos y terapeutas florales:
La depresión postvacacional) puede ser positiva o negativa, según como la afronte cada persona. La vivencia de la misma, por ejemplo a través del mismo sueño y la descripción de ese viento nos dará la respuesta.

·  El huracán aparece como símbolo negativo y arrasador cuando hay un cambio de ideología abiertamente destructivo para el soñante y su mundo interior y exterior. Si es este tu caso, párate y reflexiona, revisa muy bien las razones por las que tomaste tus últimas decisiones pues no son acertadas, y te arriesgas a una destrucción muy negativa de tu vida actual. Ser un huracán puede acarrearte serios conflictos tanto en tu vida como en la de los que te rodean a todos los niveles.


Soñar con aire y soñar con volar

No quiero dejar pasar la oportunidad de comentar un sueño muy común que tiene que ver con el elemento aire: volar. ¿Quién no ha soñado con volar?
Cuando dejas volar tu imaginación y elevas el pensamiento estás buscando elevar también tu vida emocional y material, crear sin límites, elevarte para ver las cosas desde una perspectiva más amplia, obtener una visión de conjunto, tener mayor capacidad de decisión, superar obstáculos, o mejor dicho, estar por encima de ellos. El que vuela tiene mayores posibilidades de éxito, el universo le ayuda y le impulsa.


Interpretación espiritual (floral) de volar

En una interpretación más espiritual volar significaría lo ilimitado, la necesidad de elevar tus ideales, superar tus límites, espiritualizar tu vida material, dicho de otra forma, considerar tus asuntos materiales como una misión espiritual.
Si crees que algo más grande que tú mismo (Dios o El universo creador) crea y causa tu vida y tu cocreas con él volarás, si crees que solo tú eres el que causas tu vida dejarás de volar, pues no creer en lo ilimitado lo elimina de tu vida. Haces realidad tus sueños cuando tu parte humana vuela para unirse a la divina creadora, ilimitada, y todopoderosa.


La representación floral de la época energética que comienza con el verano tardío y el otoño, es lo que en Occidente se conoce como depresión.
Este es un concepto compuesto por un cuadro de síntomas (de la misma forma que existen multitud de vientos o formas de volar, indicativas cada una de un estado interior y su reflejo en un órgano diana físico), que abarcan desde el abatimiento y la inhibición hasta la llamada depresión endógena con apatía total.
La depresión va acompañada de la total paralización de la actividad, la melancolía y de una serie de síntomas corporales como cansancio, trastornos del sueño, inapetencia, estreñimiento, dolor de cabeza, taquicardia, dolor de espalda, trastornos menstruales en la mujer y baja del tono corporal. El depresivo sufre sentimiento de culpabilidad y continuamente se hace reproches, trata de hacerse perdonar. Cabe preguntar qué es lo que en realidad deprime al depresivo. En respuesta hallamos tres temas:

Agresividad.
La agresividad que no es conducida hacia el exterior se convierte en dolor corporal.
Esta afirmación puede completarse diciendo que la agresividad reprimida en el aspecto psíquico conduce a la depresión. La agresividad bloqueada y no exteriorizada se dirige hacia dentro y convierte al emisor en receptor.
En la cuenta de la agresividad reprimida se cargan no sólo los sentimientos de culpabilidad sino también los numerosos síntomas somáticos que la acompañan, con sus dolores difusos. En otro lugar decimos que la agresividad sólo es una forma especial de energía vital y actividad.
Por lo tanto, el que reprime con miedo su agresividad, reprime también su energía y su actividad. La psiquiatría trata de inducir al depresivo a alguna actividad, pero esto el depresivo lo vive como una amenaza.
El depresivo evita todo lo que no tiene el reconocimiento público y trata de disimular los impulsos agresivos y destructivos con una vida irreprochable. La agresividad dirigida contra uno mismo encuentra su expresión más clara en el suicidio. En el deseo de suicidio siempre hay que preguntar a quién se dirige en realidad el propósito.

Responsabilidad.
La depresión puede llegar hasta l suicidio), que es la forma extrema de rehuir la responsabilidad.
El depresivo no actúa sino que vegeta, más muerto que vivo.
Pero a pesar de su negativa a encarar activamente la vida, el depresivo, a través de la puerta trasera de los sentimientos de culpabilidad, sigue teniendo que afrontar el tema de la «responsabilidad». El miedo a asumir responsabilidad está en primer término en todas las depresiones que se producen precisamente cuando el paciente tiene que entrar en otra fase de la vida, por ejemplo, claramente en la depresión postparto.

Renuncia, soledad, vejez, muerte.
Estos cuatro conceptos íntimamente relacionados entre sí abarcan el último y, a nuestro entender, más importante conjunto de temas. El paciente que sufre depresión es obligado violentamente a afrontar el polo de la muerte. Todo lo vivo, como movimiento, cambio, relación social y comunicación es arrebatado al depresivo y se le ofrece el polo opuesto a lo vivo: apatía, inmovilidad, soledad, pensamientos sobre la muerte. El polo de la muerte que con tanta fuerza se manifiesta en la depresión, es la sombra de este paciente.
El conflicto radica en que se teme tanto a la vida como a la muerte. La vida activa trae consigo culpabilidad y responsabilidad y esto es lo que uno quiere evitar. Asumir responsabilidad significa también renunciar a la proyección y aceptar la propia soledad. La personalidad depresiva tiene miedo de esto y, por lo tanto, necesita personas a las que aferrarse. La separación o la muerte de una de estas personas suele ser desencadenante de una depresión. Uno se ha quedado solo, y uno no quiere vivir solo ni asumir responsabilidad. Uno tiene miedo a la muerte y, por lo tanto, no reconoce las condiciones de la vida. La depresión nos da sinceridad: hace visible la incapacidad de vivir y de morir.


Preguntas “florales” básicas en consulta.

Pregúntate cómo son tus ideas ¿Son limpias?, ¿te aportan claridad o te confunden y agobian?, ¿te impulsan al idealismo, al materialismo, o consigues equilibrar lo espiritual y lo material?, ¿te elevan e impulsan a ser mejor cada día o hacen que te estrelles una y otra vez.


Estas son algunas flores que sirven para la depresión:

Árbol de Judas: Para la depresión profunda, con tendencias suicidas y falta de interés en el presente.
Genciana: Frustración. Aportando ánimo permite superar la tristeza, el desánimo y la depresión de causa conocida. Aporta perseverancia y tolerancia a la frustración
Mostaza: Proporciona serenidad interna, alegría de vivir. Útil en depresiones profundas sin causa conocida
Borraja: Da coraje interior frente a los problemas que producen tristeza y abatimiento. Facilita la obtención de oxígeno a grandes alturas. Suaviza las tensiones del cuerpo emociona
Rosa Silvestre: Motiva interiormente al gozo de la vida interna y externa. Para el desinterés, la apatía y la resignación
Wild Potato Bush: Libertad, vitalidad para moverse en la vida. Para los sentimientos de frustración. Restricción
Kapok Bush: Desanimo, Baja resistencia a la frustración, Derrotismo.
Sturt Desert Pea: Pena y Congoja, Lloran en silencio, Sentimientos de Dolor y Pena, Herida no sanada del pasado.

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