viernes, 10 de diciembre de 2010

DEPRESIÓN DE OTOÑO/INVIERNO



La depresión es un trastorno caracterizado por un estado de ánimo triste o abatido de una gran intensidad durante un periodo de tiempo considerable sin una justificación aparente. No todas las personas que dicen estar deprimidas realmente lo están, pues muchas veces a situaciones de desánimo se les llama depresión cuando realmente no lo es.


Síntomas:

- Psicológicos: Son aquellos que afectan a ámbitos relacionados con los trastornos de la afectividad (Tristeza, ansiedad, gana de llorar, poca autoestima, desilusión), los trastornos de comportamiento (falta de interés por la vida, pérdida del apetito, aislamiento social y, en muchas ocasiones,) y los trastornos de pensamiento (pensamiento persistente negativo y obsesivo, sentimiento de culpabilidad, incapacidad de concentración, pesimismo, ideas de suicidio o automutilación, pérdida de memoria, etc.)
- Físicos: Son aquellos que tienen un origen psicosomático, es decir que aunque tengan una sintomatología física, son el resultado de causas emocionales. Entre ellos podríamos mencionar los siguientes: dolores indeterminados y transitorios, dolor de estómago, acidez, dolor de cabeza, problemas en el habla, diarrea, mareo, problemas de erección y falta de apetito sexual, sensación de ahogo, palpitaciones, hipertensión, etc.
Todos estos síntomas pueden ser constantes, manteniéndose de igual modo durante todos los días del enfermo (depresión unipolar) o cíclicos, alternando periodos de una euforia desmedida con otros en los que destacarían los síntomas vistos anteriormente (depresión bipolar). Es una enfermedad muy habitual que afecta sobre un 3 a un 4 % de la población, siendo más habitual entre las mujeres. Suele iniciarse a partir de los 40 años.


Causas:

- Físicas. Son aquellas producidas por algún trastorno orgánico relacionado con el sistema nervioso, que merman la capacidad comunicativa de los neurotransmisores. ( Depresión endógena ), como la esclerosis múltiple.
- Ambientales: Son aquellas producidas por alguna causa externa, relacionada con situaciones traumáticas personales adversas ( perdida de un familiar, experiencia negativa, perdida del trabajo, problemas de relación, desengaños amorosos, etc ) (Depresión reactiva )
- Químicos: La ingestión de algunos productos químicos, como fármacos o drogas, puede incrementar el riesgo de depresión


Tratamiento:

El tratamiento de la depresión, en sus fases profundas, requiere un enfoque plural en el que el paciente necesita una atención por parte de los facultativos.

En la depresión profunda y media, un tratamiento farmacológico, especialmente hasta que este consiga la recuperación, se hace necesario. Un tratamiento psicoterapéutico durante esta época resulta muy útil.

Una vez superada la crisis, necesitará adoptar un cambio de mentalidad en la que el enfermo busque una mayor relación con los que le rodean y que le ayudarán a no recaer. Durante esta época resulta muy interesante cambiar los hábitos de vida, intentando buscar una manera de vivir " mas natural”.
La sustitución de una dieta animal por otra vegetal, rica en minerales y vitaminas; la realización de actividades al aire libre, en contacto con la naturaleza; la adopción de algún hobby social o algún entretenimiento que llene el vacío anímico; el ejercicio físico, el contacto con el sol , etc. ayudan a superar la enfermedad y evitar las recaídas.
El tratamiento natural de la depresión supone la utilización de una serie de recursos naturales que pueden ayudar a prevenirla o a mejorar sus síntomas y suponen una alternativa natural a los fármacos antidepresivos.


Una depresión muy particular: La depresión otoñal.

Se le conoce también llamada depresión otoñal, trastorno afectivo estacional (TAE) o síndrome afectivo estacional, se caracteriza por una serie de trastornos psicosomáticos que se producen en los individuos a medida que avanza el otoño y, manteniéndose durante los primeros meses de invierno, suele remitir cuando vuelve el buen tiempo.
Entre el 4 y el 5 % de la población se ve afectada por este síndrome, aunque hay desde un 10 hasta un 20 % que presentan algún tipo de síntoma relacionado con él. Es un problema que afecta en mayor número a las mujeres que a los hombres, especialmente aquellas que se encuentran entre los 40 y 55 años de edad. Este tipo de depresión no afecta solamente a los adultos ya que se ha comprobado que entre el 1,7 y el 5 % de la población mayor de 9 años puede verse afectada.
Constituye una de las causas frecuentes de absentismo laboral y una importante causa de suicidios.
La depresión de otoño suele durar más en las personas que viven en países con menos luz, es decir aquellos situados más al norte.
Se considera que se trata de una depresión estacional cuando los trastornos no se deben a otras causas externas (como la ingestión de medicamentos o episodios personales muy traumáticos tales como las muertes de personas allegadas) o internas, como otros tipos de desordenes de personalidad.


Síntomas:

Entre los numerosos síntomas que afectan a este tipo de depresión podemos mencionar los siguientes:
- Tristeza
- Falta de interés por las cosas o completo desinterés hacia todas las cosas, pocas ganas de realizar actividades.
- Imposibilidad de conciliar el sueño, (Insomnio) o necesidad de dormir demasiado (hiperinsomnio)
- Problemas para concentrarse.
- Mal carácter. Irritabilidad, mal humor, deseo de incomunicación.
- Reducción del deseo sexual,
- Trastornos alimentarios: Necesidad de estar comiendo a todas horas (bulimia) o falta completa de apetito (anorexia) . Ganancia de peso en dietas descontroladas o deseo imperioso de realizar dietas estrictas.
- Pensamientos recurrentes de suicidio.


Causas:

Aunque no se sabe con exactitud por que se produce este trastorno, se cree que la principal causa de la depresión otoñal son los cambios hormonales que experimente el organismo como consecuencia de la disminución de la luz solar que se produce con el cambio de estación. Entre estos cambios podríamos mencionar los siguientes:
- Aumento de la melatonina: El aumento que se produce en el organismo de esta hormona como consecuencia de la disminución de la luz parece ser el responsable de la falta de interés, de las ganas de estar siempre durmiendo o de la necesidad imperiosa de comer a todas horas, dado que la melatonina regula la temperatura corporal y un aumento de esta hormona, ademas de provocar somnolencia, disminuye la temperatura del cuerpo lo que conlleva la necesidad orgánica de ingerir más alimentos, especialmente aquellos con un gran contenido calórico ( grasas e hidratos de carbono) Esta parece ser la razón por la que muchas personas sienten un deseo más grande de comer cosas dulces cuando llega el otoño-invierno y es también el principal factor responsable del aumento de peso que muchas personas experimentan durante esta época.
- Disminución de la serotonina: El aumento de la melatonina lleva consigo la disminución de la serotonina. Esta hormona es muy importante en la regulación de los estados del animo y de los ciclos del sueño-vigilia. Unos buenos niveles de serotonina son necesarios para que el organismo se encuentre equilibrado. La serotonina adecuada nos proporcionará calma, bienestar personal, buen humor, felicidad y nos ayudará a dormir bien.
- Disminución de la dopamina: La dopamina es otra hormona que disminuye con la menor intensidad de la luz solar. La disminución de esta hormona parece ser la causa más importante de la pérdida de atención, falta de concentración o desinterés hacia las cosas.


Tratamiento:

Cualquier problema relacionado con la depresión debe ser atendido por los especialistas adecuados. Ante la aparición de síntomas depresivos se impone la necesidad de una pronta atención médica para evitar que el problema se agrave.
El tratamiento de la depresión estacional puede presentar diferentes enfoques que van desde el uso de antidepresivos, con la intención de aumentar el nivel del neurotransmisor serotonina, el uso de fototerapia o exposición diaria a una luz artificial que supla la falta de luz solar y estimulo, o el uso de la psicoterapia.
El tratamiento natural de la depresión estacional supone la utilización de una serie de recursos naturales que pueden ayudar a prevenirla o a mejorar sus síntomas.


Remedios con plantas para el tratamiento de la depresión estacional

La Fitoterapia en el tratamiento de la depresión de otoño o invierno supone la utilización de plantas con las siguientes funciones:
- Plantas antidepresivas que mejoren el estado de ánimo y reduzcan los sentimientos negativos de la depresión.


Uso Interno:

- Hierba de San Juan, Hipérico: (Hyperycum perforatum L. ) Los preparados con hipérico pueden ayudar a remediar los síntomas de la depresión estacional, siempre y cuando no se trate de una depresión grave. (10 gotas de tintura tres veces al día) (Una cucharadita de polvo de flores machacadas 2 veces al día). Ojo con las contraindicaciones.
- Valeriana: (Valeriana officinalis L.) Además de relajarnos, puede ayudarnos a conciliar el sueño. (Infusión de unos 15 gramos de la raíz de la planta que se deja reposar durante toda la noche)
- Pasiflora, flor de la pasión: (Pasiflora caeurulea) ( Infusión de un par de cucharadas de la planta seca por medio litro de agua. Beber un par de taza pequeñas al día) (Maceración la cantidad que se desee de planta seca con la misma cantidad de alcohol durante una semana. Filtrar y tomar unas 25 gotas al día). Ojo contraindicaciones.


Uso Externo:

La mejor solución consiste en utilizar las plantas en baños para aprovechar sus propiedades tónicas y calmantes de un sistema nervioso desequilibrado
- Manzanilla : (Matricaria chamomilla L.. ) (Poner al agua del baño el líquido resultante de una infusión de flores secas bien cargada. Se puede también añadir unas 15 gotas de esencia ).


SUPLEMENTOS


Vitaminas y minerales y otras sustancias para combatir la depresión de otoño/invierno

Además de la fitoterapia existen una serie de vitaminas y minerales que son necesarias para mantener un estado de salud optima durante esta estación. A ser posible, es mejor adquirirlos directamente de los alimentos.
Sin embargo, los suplementos pueden resultar de ayuda en ciertas situaciones, siempre y cuando se obtenga la autorización médica para utilizarlos, especialmente si el paciente se está medicando con antidepresivos. Entre estos podemos mencionar los siguientes:
- Vitamina C: Necesaria para mantener un estado de buen humor. Por otra parte interviene en la producción de neurotransmisores (sustancias que interconectan señales entre neuronas posibilitando la transmisión de los estímulos al cerebro) (La dosis habitual es de 1500 mg diarios repartidos en tres tomas)
- Vitamina B: Se considera la vitamina esencial para el sistema nervioso. Al igual que la anterior participa en la producción de neurotransmisores y en la transformación de los hidratos de carbono en energía. (La dosis habitual es de 500 mg diarios de un complejo de vitamina B por la mañana al desayunar)
- Calcio y Magnesio: Depresión: El calcio, junto con el magnesio interviene en la producción de neurotransmisores por lo que resultan adecuados para sedar el sistema nervioso. (La dosis habitual es de 500 mg diarios de cada unos de ellos repartidos en dos tomas diarias)
- Ginkgo: Se ha comprobado que la administración de extracto de ginkgo es adecuada para tratar la depresión en personas mayores ( La dosis habitual es de 240 mg diarios repartidos en 3 tomas )
- Triptófano: Es un aminoácido esencial que interviene en la producción de serotonina y de melatonina, unas hormonas que nos hace sentir bien. Al ser esencial, el organismo solo puede adquirirlo mediante los alimentos, sin embargo existen preparados de 5-HTP ( 5- hidroxitriptófano) que pueden ayudar a suplir las deficiencias. (La dosis habitual es de 300 mg repartidos en 3 tomas)


Normas o consejos para evitar la depresión de invierno/otoño

Ejercicio físico: Un ejercicio físico habitual puede mejorar o prevenir la aparición de la depresión estacional. Con el ejercicio el organismo produce más endorfinas, unas hormonas que son capaces de inhibir la sensación de dolor e infelicidad y aumentar el bienestar del organismo. La practica regular de algún ejercicio físico, como el practicar deporte, caminar, bailar, etc. estimula la producción de las endorfinas, también llamadas " hormonas de la felicidad".
Reír y eliminar el mal humor: La risa es uno de los mejores remedios contra la depresión. Reír produce también endorfinas. Intentar buscar situaciones que puedan desencadenar la risa personal es una buena manera de sentirse mejor. Se pueden recurrir a sesiones de risoterapia cuya intención es que los participantes rían lo más que puedan. Ir a ver una película u obra de teatro divertida, compartir reuniones con los amigos y evitar el aislamiento son buenas maneras de tratar la depresión estacional.


DIETA PARA LA DEPRESION OTOÑO/INVIERNO

Una dieta adecuada es necesaria para evitar la depresión estacional que afecta a muchas personas en el periodo de otoño o invierno. La salud mental depende de una serie de aminoácidos esenciales que el organismo debe adquirir de las proteínas de los alimentos. La carencia de estos elementos es responsable de una serie de síntomas que aparecen en ese periodo del año en que el tiempo deja de ser bueno y los días se hacen más cortos: mal humor, poca energía, somnolencia o insomnio, necesidad de ingerir cantidades elevadas de dulces, etc.
Sufrir algún tipo de síntoma de depresión de otoño - infierno es muy habitual en la mayoría de las personas. Sin embargo, resulta mucho más grave cuando estos síntomas merman nuestra felicidad, nos impiden realizar nuestro trabajo habitual o, incluso, nos despiertan ideas de suicido.
Para evitar o solucionar este síndrome tenemos que tener en cuenta aquellos nutrientes o substancias que son necesarias para una buena salud mental y física y en qué alimentos podemos encontrarlos . Los principales son los siguientes:

- Proteínas: Son necesarias para una buena salud de nuestra psique ya que ellas contienen los aminoácidos necesarios para la producción de los neurotransmisores. Los alimentos más ricos en proteínas son los de origen animal (carne, huevos, leche y pescados), sin embargo, aquellas personas que sean vegetarianas o que simplemente no deseen comer tantos alimentos de origen animal pueden recurrir a los alimentos vegetales más ricos en proteínas entre los que se encuentran :

- Los cereales integrales: (Trigo, arroz, avena, etc.) Proporcionan cantidades elevadas de proteínas y son ricos en vitamina B, necesaria para mantener un buen equilibrio del sistema nervioso. Entre todos destacaremos la avena y el trigo. La avena esta considerara uno de los mejores sedantes naturales por su contenido en tirosina y fenilalanina dos importantes aminoácidos, siendo el segundo un aminoácido esencial que el organismo solo puede obtener de los alimentos. Tanto la tirosina como la fenilalanina estimulan el organismo para que se mantenga más vivo y favorecen la agudeza mental. El trigo, por su parte, es muy rico en proteínas y en vitamina B, especialmente el germen de trigo.

- Las legumbres: (guisantes, lentejas, garbanzos, soja etc.) Entre todas, la soja supera al resto de las legumbres por su riqueza en proteínas y su gama completa de aminoácidos esenciales. Todo ello implica que la soja puede sustituir a la carne o a la leche animal, por lo que es un alimento especialmente recomendable en aquellas personas que decidan adoptar una dieta vegetariana o decidan prescindir de parte de la carne en sus dieta. ( 250 gramos de soja proporcionan el 30 % de la cantidad que se recomienda diariamente).

- Frutos secos: Poseen muchas proteínas. Entre todos ellos destacaremos las nueces o las almendras, ambos muy ricos en triptófano, un aminoácido esencial que interviene en la fabricación de la serotonina. Los frutos secos contienen abundantes cantidades de glutamina otro aminoácido no esencial necesario para la fabricación de glucosa que es vital para el buen funcionamiento del cerebro.
Una dieta exclusivamente vegetal requiere un buen estudio de los alimentos para que puedan utilizarse adecuadamente combinados de manera que la carencia de aminoácidos de un alimento sea suplido por otro alimento que los contenga. La mejor manera es realizar una dieta variada que, junto con el uso de frutas frescas y verduras combine alimentos de los tres grupos anteriores. No obstante, se recomienda no prescindir de la leche ( unos de los alimentos más ricos en proteínas de alta calidad) y los huevos (que constituyen el alimento con mayor proporción de proteínas ) y resulta muy adecuado el pescado azul ( muy rico en proteínas, ácidos grasos omega 3 y vitamina B)

Hidratos de carbono: A partir de ellos el organismo obtiene la energía suficiente al mismo tiempo que son necesarios para la elaboración de ciertas hormonas como la serotonina. Son alimentos vegetales ricos en hidratos las legumbres, los cereales, las frutas y las hortalizas, especialmente las feculentas como las patatas o la yuca. Otras frutas desecadas, como los dátiles, contienen muchos hidratos

Vitaminas y minerales: Son necesarias sintetizar las hormonas que intervienen en el sistema nervioso. Las principales vitaminas son la vitamina C y la vitamina B y entre los minerales el calcio, el magnesio, el litio y el hierro. Entre los alimentos ricos en estos componentes tenemos:

- Frutas y verduras: proporcionan mucha vitamina C y algunas de ellas, como las espinacas, son especialmente ricas en hierro, un mineral cuya deficiencia produce falta de energía.
Otras, como los plátanos o los aguacates, son muy ricos en magnesio, un mineral necesario para que se formen los hidratos de carbono, las proteínas, y los neurotransmisores.
Otras, como las coles, las remolachas o las manzanas, son muy ricas en litio, un mineral cuyas deficiencias se manifiestan en forma de problemas en el sistema nervioso.
- Cereales: son muy ricos en vitamina B, necesaria para mantener un estado de buen humor. Por otra parte interviene en la producción de neurotransmisores (sustancias que interconectan señales entre neuronas posibilitando la transmisión de los estímulos al cerebro)
- Frutos secos: Además de proteínas, son ricos en vitaminas del grupo B y minerales como el hierro y el magnesio. Algunos frutos desecados como los dátiles son especialmente ricos en litio. Los higos secos son muy ricos en calcio que, junto con el magnesio, interviene en la síntesis de los neurotransmisores.
- Las legumbres: Además de su riqueza en proteínas, hay que destacar que contienen vitaminas del grupo B.

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