viernes, 8 de octubre de 2010


CASTAÑO DULCE. SWEET CHESTNUT. CASTANEA SATIVA


Botánica.

Nombre científico o latino: Castanea sativa Miller.
Nombre común o vulgar: Castaño.
Familia: Fagaceae.
Origen: Balcanes, Asia Menor, Cáucaso, y aunque hay registros fósiles que indican su presencia en otras zonas en épocas remotas.
Distribuido ampliamente por la Península Ibérica, aunque muchos antiguos castañares, especialmente del norte, desaparecieron por el ataque de un hongo, la tinta. Altitud: desde 200 m hasta 1.800 m.

Los castaños son árboles de la familia de las fagáceas a la que pertenecen otros árboles como las hayas, los robles o las encinas.
Es un árbol de gran desarrollo (entre 20-30 metros de altura) cuyo tronco llega a medir 2 metros de diámetro, corto en los cultivados, más esbelto y menos ramoso en los silvestres, también llamados regoldos.

Su corteza es de color ceniza o parduzco, profundamente resquebrajada. En los ejemplares jóvenes casi lisa y algo verdosa en ramas y tronco. Las hojas son grandes, de entre 10-25 cm de largo y 3-10 cm de ancho, en disposición alterna, y son oblongo-lanceoladas y profundamente dentadas. Tienen un pecíolo corto, de hasta 2 cm, siendo algo correosas y llevan abundantes nervios laterales.

Es una planta monoica: las flores de ambos sexos nacen en amentos verticales de 10-20 cm de largo. Las flores masculinas en la parte superior y las femeninas en la inferior. Surgen a finales de junio y hacia el otoño, las femeninas se convierten en espinosas bellotas (erizos) que contienen dos o más castañas parduzcas y se recogen entre octubre y noviembre.

Especie de media sombra sobre todo de joven. Prefiere los suelos frescos y sueltos de climas húmedos. Le gusta el clima templado, pero presenta gran resistencia al frío, aunque es dañado por las heladas tardías. Necesita cierto calor estival para la maduración de sus frutos. Teme a los suelos calizos. No gusta de suelos encharcados, compactos o muy arcillosos.

Como se ha expuesto anteriormente esta especie requiere un clima suave y una humedad adecuada para su crecimiento y la producción de castañas. Es sensible a las fuertes sequías estivales y a las grandes heladas invernales, perjudicándole las tardías de primavera y las escarchas precoces del otoño. Le gustan los terrenos silíceos, no tolera los suelos calizos. En hábitats boscosos puede tolerar una sombra ligera; se encuentra bien en laderas de montaña algo frescas pero calientes durante el verano, que es cuando se forman sus frutos.

En los últimos tiempos, este magno árbol ha retrocedido enormemente, debido, en gran parte, a dos terribles plagas: la tinta y el chancro, pero su enorme vitalidad y la facultad de rebrotar de cepa aseguran la supervivencia de muchos castañares.

Existen 12 especies de castaños la mayoría de ellos en el continente Norteamericano. China posee dos especies y Japón dos más. En Europa el representante es el castaño europeo o castaño dulce (Castanea sativa). Las otras dos plantas que integran tres de las esencias florales del sistema floral: “Flores de Bach”, (castaño rojo y castaño blanco y el brote de dicho castaño blanco, no pertenecen a esta familia, correspondiendo a la familia de las hipocastanáceas. Las principales especies de castaños de esta familia son:
Castaño americano: (Castanea dentata) Era una especie que abundaba mucho en la parte este de Norteamérica pero que fue diezmada por la plaga del castaño, una enfermedad causada por el hongo Cryphonectria parasitica, que elimino la mayoría de los ejemplares a principios del siglo XX y todavía sigue muy activa. Es una enfermedad que afecta a la corteza y que produce chancros que terminan por matar al árbol. Hoy en día quedan solamente muy pocos ejemplares y, a través de estos, se intenta una nueva recuperación, aunque, dada la virulencia de la enfermedad, resulta muy difícil.
Durante mucho tiempo fue un árbol muy importante para los indios, los cuales obtenían madera y se comían las nueces que son comestibles. Es una especie muy semejante al castaño europeo, con hojas mas estrechas hacia el ápice.
Chinquapin: (Castanea pumila) Es otra especie de castaño que crece en el sureste de los Estados Unidos, especialmente en suelos secos incluso en los arenosos de la costa. A diferencia de muchos castaños no necesita mucha agua. Suele adquirir la forma de arbusto y forma grandes matorrales cuando crece en el clima adecuada y con una exposición soleada. Alcanza una altura máxima de unos 7 metros y solamente produce una castaña por cada cúpula, que es más gustosa que la del castaño americano.
Es otra especie comestible, cuyas pequeñas castañas se pueden comer crudas o en sopa y, una vez asadas y molidas, se pueden utilizar como sucedáneos del café. Esta especie se ve a veces atacada por la plaga del castaño y, poco a poco, van disminuyendo el número de ejemplares.
Castaño Japonés: (Castanea crenata = Castanea japonica) Es una especie que crece en el Japón, China y Corea en montañas por debajo de los 3000 metros. Es un árbol que puede alcanzar los 15 m de altura aunque, en la mayoría de las ocasiones, adquiere el porte de un arbusto. Se caracteriza por tener hojas con bordes festoneados, provistas de glándulas amarillas en el envés. Produce castañas muy pequeñas que también son comestibles. Los japonés las comen en abundancia asadas o hervidas.
Castaño chino: (Castanea mollissima) Procedente de la China, crece en lugares montañosos por encima de los 2500 metros de altura sobre el nivel del mar. Puede alcanzar los 12 m. y su copa redondeada y muy regular le proporciona un aspecto de paraguas con ramas que crecen cerca del suelo. En primavera produce numerosas flores amarillas de olor muy penetrante. Es una especie que puede encontrarse como especie cultivada en numerosos parques de Estados Unidos en una exposición soleada. Resulta muy resistente a la contaminación y a la sequía.


Historia

Aunque la presencia de las castañas puede datarse más allá de la era Cuaternaria, fueron las legiones del Imperio Romano quienes introdujeron su cultivo en España, a pesar de que ya eran conocidas por las tribus prerromanas. Antiguamente se empleaban las cáscaras de los frutos y las hojas para oscurecer los cabellos rubios, y trituradas para multiplicar el pelo de los recién nacidos. También se empleaban las castañas en la antigüedad para protegerse de mal de ojo y, colocadas bajo la almohada durante la noche de difuntos, para evitar que éstos fueran a coger a uno por los pies mientras dormía.
No cabe ninguna duda de que adquieren un especial protagonismo cuando se acerca el día de todos los Santos o la celebración de las fiestas de San Martín en muchos de pueblos españoles, sobre todo acompañadas por los primeros vinos y por los productos típicos de la matanza.

En la actualidad, el consumo de castañas está muy extendido en España, donde pueden llegar a recolectarse al año unas 11.600 toneladas, la mitad de ellas en Galicia. La «castaña de Galicia» es una de las más conocidas por el consumidor español, y apreciada, cada vez más, por consumidores de otros países donde se exporta actualmente. Este reconocimiento ha llevado a la Unión Europea a concederle la “Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.)” a la castaña gallega. Todo lo anterior se encuentra regulado por el Reglamento (CE) 510/2006 del Consejo de Europa, de 20 de marzo de 2006, sobre protección de las indicaciones geográficas y de las denominaciones de origen de los productos agrícolas y alimenticios, que establece las definiciones de Denominación de Origen Protegida (DOP) y de Indicación Geográfica Protegida (IGP). Estas son las dos figuras de protección que se aplican a los productos agrícolas y alimenticios diferentes del vino y de las bebidas espirituosas.


Tradiciones populares

Entre las fiestas en las que las castañas son las protagonistas destacan entre las muchas que se celebran en España: la Castañada, que se celebra en Cataluña la noche del 31 de octubre, la noche de todos los santos, y la del Magosto, más propia de Galicia, el Bierzo, Asturias y otras zonas del Norte de España, que se celebra entre el día 1 de noviembre (día de todos los santos) y el 11 de noviembre (festividad de San Martín).
En esta fiesta suele haber otros protagonistas junto a las castañas, los conocidos panallets (pastelitos hechos a base de almendra molida y azúcar, entre otros ingredientes), los boniatos y el vino dulce o blanco. Cuenta la tradición que por la tarde de la noche de difuntos los hombres se dedicaban a la recolección de castañas, boniatos y leña para asar durante la noche, y que las mujeres preparaban mientras tanto los panallets para celebrar la recolección y rezar por los difuntos. Además, según cuenta la tradición, los niños tenían que dejar castañas escondidas en algún rincón de la casa para que, por la noche, las almas de los que faltaban vinieran a recogerlas y se las cambiaran por panellets o membrillo (dependiendo de la zona). A finales del siglo XVIII la costumbre se había extendido de tal manera que la castaña pasa a ser un elemento de comercio y entonces hace su aparición la figura de las castañeras, mujeres que asan las castañas al fuego y las venden en puestos callejeros.
La fiesta del Magosto tiene otros protagonistas, como el vino nuevo, la empanada y los chorizos y, en algunos casos, el aguardiente para hacer queimada y la música. Para algunos las castañas son un fruto que simboliza la inmortalidad al provenir de un árbol de larga vida, y así se dice que cada castaña que estalla en el fuego, al ser asada en las hogueras, supone la liberación de un alma encerrada en el purgatorio. No cabe duda de que se trata de una fiesta de origen pagano muy antigua en la que según creencias antiguas la castaña era un símbolo del alma de los difuntos. Sin embargo, otros aseguran que la fiesta del magosto es un culto a la fecundidad por la presencia del fuego.

También en numerosos pueblos de Andalucía se preparan para celebrar la Fiesta de la Castaña, el Día de la Castaña, el Tostón de los Santos…
Con motivo de la finalización del período de recogida de este fruto, típicamente otoñal, municipios de Andalucía como Alcaucín, Pujerra, Igualeja, Júzcar, Benalauría, Genalguacil… organizan una jornada festiva donde la protagonista es la castaña y que, en numerosos casos, va acompañada por la degustación de otros productos típicos de la tierra, así como por actuaciones musicales y otras actividades encaminadas a animar la fiesta.
Todas estas celebraciones proceden de una fiesta de carácter pagano que antiguamente, se celebraban, que estaban vinculadas directamente con la riqueza y la fuerza de naturaleza.
En la actualidad, el significado de esta fiesta tradicional no ha variado demasiado, ya que antes se agradecía a la naturaleza como un dios que proveía los alimentos y brindaba las condiciones de sobrevivencia de los habitantes de Andalucía al igual que sucede en la actualidad en las zonas donde se celebran.


Usos

El castaño es ampliamente cultivado por sus sabrosos frutos comestibles, las castañas, que se consumen crudas o asadas y son utilizadas por los confiteros. La castaña ha sido un recurso alimenticio de primerísimo orden en muchos lugares, en el pasado se consumían durante todo el año, pero el progreso, la introducción de nuevos cultivos y el cambio de hábitos alimenticios amenazan su buena fama y protagonismo.

En noviembre, estos árboles colosales dejan caer su preciado fruto, para disfrute de los animales del bosque. y para que los seres humanos no dejen pasar la ocasión de recolectar castañas. En tiempos de los romanos fue introducido en regiones más septentrionales y más tarde cultivado por monjes en los monasterios. En la actualidad se pueden encontrar especímenes de varios siglos en Gran Bretaña y toda la parte central y occidental de Europa, y en el sur de Sudamérica, en Chile.


Tipos de usos:

Uso alimentario: Los castaños son árboles que han tenido una gran importancia en la mayoría de las culturas, independientemente de las especies que se traten. Tanto las castañas de los castaños europeos como los norteamericanos han constituido una buena fuente alimentaria cuando eran recogidas silvestres de los bosques para ser comidas crudas o cocidas. A partir de ellas se elaboran también se han elaborado numerosas recetas de cremas, pasteles, etc. La importancia de este alimento queda patente en una leyenda que dice que el ejercito griego pudo resistir su retirada del Asia Minor durante los años 401 a 399 A.C gracias a las castañas que fueron recogiendo a su paso por los bosques.

Alimentación animal: Las castañas han sido utilizadas para alimentar animales. Debajo de los árboles han sido muchos las piaras de cerdos que han engordado comiendo este alimento tan rico en hidratos de carbono.

Uso industrial: La madera del castaño ha sido utilizada tradicionalmente para la fabricación de maderas para toneles, postes, tablas para la construcción, tablas para la fabricación de barcas, verjas etc. Con las varas más finas de este árbol se fabrican cestos. Se trata de una madera de textura fina, dura y muy resistente a la humedad aunque su peculiar forma de crecimiento hace que, al trabajarla, pueda romperse con facilidad. Muy apreciada para la elaboración de muebles, chapado fino de muebles, patas de sillas o ebanistería en general. De la corteza de este árbol se ha extraído taninos.


Fitoterapia

Las hojas del castaño presentan sustancias tánicas, sacarosa, glucosa, materias grasas y pectinas. En la corteza existe gran cantidad de ácido tánico, que puede suponer hasta el 16%, según la edad del árbol.
Tanto la corteza como el leño y las hojas son astringentes, por lo que su empleo es válido para combatir diarreas y también como antiinflamatorio de la garganta mediante la práctica de enjuagues.
La castaña fresca contiene un 50% de agua. La castaña seca o pilonga tiene un 30% de fécula, un 10% de glucosa, así como dextrinas y albuminoides.


Administración:

Decocción. Se añaden 60 gramos de corteza y hojas de castaño sobre un litro de agua, llevándola hasta ebullición durante quince minutos; tras un filtrado, el líquido obtenido se puede endulzar con sacarina, constituyendo un remedio útil para diarreas leves. Se pueden tomar hasta cuatro tazas diarias. También este líquido se emplea para efectuar enjuagues y gárgaras, por su efecto antiinflamatorio.


Leyenda del castaño.

Cuenta la leyenda que hace mucho mucho tiempo, en lo más alto del cielo, había una rey que dominaba sobre todas las estrellas. Tenía el rey, un precioso caballo de mar que había robado del océano una noche de luna llena, cuando los padres del caballito estaban buscando comida.
El caballito fue creciendo y creciendo y haciéndose cada vez más fuerte y más grande, pero siempre suspiraba por volver al acéano de donde procedía; se acordaba de sus papás, de sus hermanos, de sus amigos y de lo bien que lo pasaba enroscándose en las olas, subiendo por la espuma y sintiendo la frescura del agua sobre su cuerpo.
Muchas veces rogó al rey que lo devolviese a su acéano, pero éste, siempre le decía que tenía otros planes para él, que tenía que hacerse muy grande y hermoso y que tenía que ser muy rápido porque él lo convertiría en la envidia de todo el cielo.
Y así fue, el caballito de mar creció y se convirtió en un precioso caballo. El rey ordenó que lo ataviasen con luciernágas y polvo de estrellas, que le colocasen unas bridas y montándose en él, paseó por todos sus dominios para que todas las estrellas lo conociesen y envidiasen lo rápido que podía desplazarse ahora para vigilar si ellas emitían su luz todas las noches del año.
El rey era muy autoritario, era implacable con sus órdenes, obligaba a las estrellas a emitir luz todas las noches, sin descanso, no les permitía que se moviesen de su sitio. A veces, entre ellas, se iban turnando para dar luz, unas la daban y otras descansaban. Pero, cuando el rey convirtió al caballito de mar en su caballo particular, se desplazaba tan rápido que controlaba todo lo que hacían las estrellas y no las dejaba descansar ni un minuto.
Las estrellas estaban cansadísimas porque gastaban su energía durante la noche y durante el día no podían hacer nada. Empezaron a quejarse entre ellas del rey, pero ninguna se atrevía a enfrentarse a él porque sabían el genio tan fuerte que el rey tenía y se enfurecía con cualquier cosa.
Fueron pasando las noches y el agotamiento de las estrellas era cada vez mayor. Una de las estrellas, la más chiquitita y que aún emitía una luz muy débil, se iba apartando tras las estrellas más grandes y luminosas y se colocó en un lugar desde donde podía ver una parte de la Tierra. Cada noche se iba acercando un poco más; al llegar el sol, ella se protegía tras sus rayos en vez de irse con las demás y seguía observando aquella parte de la tierra. Era una parte en la que abundaban unos árboles muy frondosos, de verdes hojas grandes y alargadas con muchos nervios. La estrella, prendada de la belleza de aquellos árboles fuertes, frondosos y anchos, no pudo dejar de observarlos. Los observó durante todas las estaciones del año. Había algo raro, esos árboles no tenían flores, ni semillas, ni frutos. Intrigada, decidió bajar a la Tierra una noche de verano en que varias de sus compañeras, las estrellas fugaces, emprendían su viaje. Así, llegó hasta el bosque de sus amados árboles y, muy decidida, les preguntó por qué no tenían frutos como los otros árboles. El más fuerte de todos, el árbol centenario, le dijo que ellos darían fruto con mucho gusto, y que les gustaría que su fruto fuese un buen alimento para los humanos, ya que muchos de ellos pasaban hambre, pero que sobre ellos había caído una maldición y no podrían dar fruto hasta que alguien desease vivir para siempre entre ellos proporcionándoles la energía necesaria para dar fruto, pues la tierra en la que crecían tenía mucha humedad y nunca les llegaba el calor a las puntas de sus ramas.
La estrella quedó impresionada con la historia y enseguida se puso a pensar en una solución para remediar el problema de los árboles y el de todas las estrellas que estaban cansadas de iluminar constantemente todas las noches. Les dijo que ella estaría encantada de vivir entre ellos para siempre y que estaba convencida de que podría hacer que otras estrellas hiciesen lo mismo si conseguían burlar la vigilancia del rey.
Se despidió de ellos y volvió al cielo.
Como era tan pequeña, fue colándose entre todas sus compañeras y les fue contando su aventura en la Tierra. Algunas no le hacían caso, la veían como un ser insignificante que nada podría hacer para solucionar su cansancio. Otras, se quedaban pensativas...
Durante el día, cuando el rey descansaba en su palacio, la estrella decidió hacer una reunión. La mayoría temían hacer nada, sabían que si el rey se enteraba las castigaría terriblemente; pero ella fue convenciéndolas, les dijo que no podrían seguir así mucho tiempo, que acabarían extenuadas, que no podían vivir temiendo siempre la furia de un rey que no atendía más que a sí mismo, al que no le importaba nada de lo que a ellas les sucediese. Ella tenía un plan que podría solucionar el problema de los árboles y el de las estrellas.
Tras mucho esfuerzo, consiguió reunir a las estrellas durante el día y hablaron y hablaron. Hablaron de lo mal que se encontraban y de que pronto se les acabaría la fuerza para dar luz si continuaban trabajando tanto. La pequeña estrella les contó su plan. Tenían que enfrentarse al rey, pero era imprescindible que estuviesen todas de acuerdo. Si todas se negaban a levantarse durante la noche, el cielo estaría completamente negro, las constelaciones que formaban las estrellas no se verían desde la Tierra y el rey estallaría de furia. Cuando eso ocurriese podrían obligarlo a que las escuchase y atendiese a sus deseos, permitiéndoles turnarse y accediendo a que muchas de ellas bajasen a la Tierra para darle a los árboles la energía necesaria para dar fruto.
A la noche siguiente, todas las estrellas se negaron a levantarse. El rey, montó en cólera, echaba chispas por los ojos, gruñía de rabia, insultaba, saltaba... Para asombro del rey, las estrellas permanecieron inmóviles.
Desesperado, éste les preguntó qué les pasaba, qué era lo que querían. Ninguna se atrevía a hablar. La pequeña estrella le dijo al rey que ella hablaría en nombre de todas, que no podían seguir trabajando tanto y que se levantarían si accedía a permitir que hicieran dos turnos y que, en verano, permitiese bajar a la Tierra a todas aquellas que quisieran ser parte de los árboles que no daban fruto.
El rey no se lo podía creer, que una estrellita insignificante se atreviese a hablarle poniéndole condiciones a él, el rey, el más poderoso de la noche; pero qué se había creído aquella mingurria de nada. Montó en su caballo de mar y volvió a enfurecerse terriblemente dando latigazos. Las estrellas se quejaban, pero no se movían. El caballo de mar, amigo de las estrellas, no aguantó más, tiró al rey de su grupa y se tumbó al lado de ellas y tampoco se movió.
Durante una semana el cielo estuvo oscuro, ninguna estrella alumbraba, ni siquiera lanzaba un guiño de luz. El rey estaba desesperado, no sabía qué hacer. Cansado de la situación y temiendo perder el poder que tenía, accedió a las peticiones de las estrellas.
La pequeña estrella bajó con muchas de sus compañeras al bosque de los árboles hermosos al final de cada primavera para darle toda la energía a sus amigos árboles. El caballo las acompañó y siguió su camino hasta el océano, porque ¿qué hacía un único caballo de mar en el cielo?
Desde entonces, cada verano se visten los árboles de cientos de estrellas amarillas que relucen con la luz del sol. Una maravillosas flores estrelladas pueblan las ramas que después se convertirán en frutos que servirán de alimento a los humanos.
Así es como los castaños, grandes amigos de las estrellas, consiguieron dar esos sabrosos frutos que los humanos comemos de muy diversas maneras, crudos, cocidos, asados, en pasteles, en el caldo, en puding, etc.
No olvides cada verano, cuando vayas al bosque, cuando viajes, observar a los hermosos castaños en flor, verás que las estrellas están esparcidas en todas sus ramas. Y en otoño, cuando comas castañas, recuerda siempre que es gracias a la valentía de una estrella diminuta que sabía pensar. Cuando la mastiques... saborea... déjala estallar en tu boca y que su sabor se esparza por tu paladar...
¿Verdad que sabe a estrella?




ESENCIA FLORAL DE SWEET CHESTNUT

Bach dejó escrito sobre esta esencia floral:

"Para esos momentos que sufren algunas personas en que la angustia es tan grande que parece insoportable. Cuando la mente o el cuerpo sienten que han soportado hasta el último extremo del sufrimiento y que ahora tienen que ceder. Cuando parece que ya no queda más por afrontar que la destrucción y el aniquilamiento”.

Bach la preparó por primera vez, por el método de cocción, en el año 1935 cerca de Wallingford.


Palabras clave:

Angustia extrema, encontrarse al límite de la resistencia, total desesperanza y desesperación.


¿Cómo se siente Sweet Chestnut?

1.   Se siente solo.
2.   Tiene la sensación de que ya no puede más.
3.   Está profundamente desesperado.
4.   La persona siente que ha tocado fondo.
5.   La angustia es el preludio a los cambios que van a producirse en la psiquis y que hacen sentir esa sensación de muerte en uno mismo.
6.   Es la negra noche del alma.
7.   Se siente solo.
8.   Tiene la sensación de que ya no puede más.
9.   Está profundamente desesperado.


Características emocionales de la flor:

En botánica el Sweet Chestnut cuando es talado o viejo renace de la base del tronco, dando lugar a un árbol nuevo. Este renacimiento está simbolizado por el mito de Osiris en el antiguo Egipto. El dios yace en su lecho, cerca de un árbol que representa el eje de la vida, mientras el pájaro Ba, o alma, se aleja con el Shenu, dando lugar al comiendo de la otra vida. Osiris, en calidad de dios de la resurrección en el juicio, daba a los hombres esperanza de vida en el más allá.
Este complejo psicológico no sólo representa la muerte ficticia, sino más bien es una alegoría de un nuevo ciclo de iniciación. Algo debe morir para dar lugar a un nuevo comienzo.


Características psicológicas:

El tema fundamental de Sweet Chestnut es el padecimiento consciente, tal y como representa el arquetipo de la leyenda escrita anteriormente.
Este padecimiento surge ante el intento de la personalidad de no aceptar su realidad, intentando actuar en contra de ella y queriendo que sus situaciones ocurran de forma distinta a como se desarrollan realmente.
En la leyenda antes relatada queda reflejada la expresión arquetípica del estado floral “sweet chestnut”.
El camino que recorre la personalidad Sweet Chestnut en estado desarmónico, comienza en el ámbito de los elementos conocidos en la “Madre India”, (parafraseando a Bach), como “espacio y aire”, es decir, en el mundo de los macroproyectos y de los pensamientos abstractos, donde la personalidad esclaviza al ser, llenando todo el espacio de condicionales (debería, tendría, podría, etc.).
Cuanto mas inflexible y obstinada es una persona, negándose a aceptar su realidad y tanto mas obliga a su alma a no expresar sus dictados, llegando al límite extremo de su debilidad humana, mas se presenta este estado en su faceta negativa.
Bach describió que hasta la existencia misma del alma parece estar amenazada. Ya que quien sufre este estado parece haber llegado al límite de la resistencia humana.
El estado negativo de Sweet Chestnut lleva a la persona a tener un sentimiento de soledad y miseria absoluto
Aunque puede ser originado por causas externas como guerras, muerte de un ser querido, etc., casi siempre representa una etapa existencia!, una vivencia interior extrema. El detonante de la angustia que representa este estado, suele una situación de “duelo”
Es conveniente reseñar como en la leyenda también existe un duelo, tal y como sucedía en determinadas épocas históricas, donde dos contendientes se “retaban”, lo que representa una confrontación entre la destrucción y la construcción, si la persona triunfo en ese reto, aparecerá el estado armónico, que esta esencia floral ayuda a alcanzar.

Sweet Chestnut en estado armónico representa la segunda parte de la leyenda relacionada, donde se aúnan los restantes tres elementos de la filosofía hindú, (la tierra, el agua y el fuego).
Estos tres elementos están representados por la signatura floral de este árbol. El fuerte enraizamiento lleva a relacionar a este árbol con el elemento tierra. La tierra representa el poder que se encuentra dentro de uno mismo. Es expansivo, brinda estabilidad y es la fuente de la aceptación y la flexibilidad ante las más difíciles circunstancias. Ofrece equilibrio y profundidad. Cuando llega el momento de expresar los sentimientos más profundos, abrir el corazón o romper con viejos hábitos, se convertirá en el poder de un terremoto.
Las personas que se benefician de la fuerza energética de este elemento, “embotellado” en el frasco de esencia floral son moderadas y centradas.
La tierra se encuentra al final del verano.
Es la época de cosecha. Es el centro, el equilibrio, la recogida de los frutos del alma. En esta época del año se estabiliza la naturaleza luego de su expansión del verano y previo al inicio de la contracción en otoño, precisamente el momento preciso en que Sweet Chestnut, ofrece sus frutos: Las castañas.
Estos frutos son la fusión de la fuerza energética de los nutrientes de la tierra, que ha sido debidamente regada por el agua y expuestos al fuego (Sol) para alimentar a la planta, de la misma forma que la “alimentación energética” de la esencia floral, estabiliza a la persona enraizándola profundamente de tal forma que aunque el resto de la planta sufra algún daño, a partir de las raíces, pueda surgir la esperanza del resurgimiento. Es el “ave fénix” del sistema floral de Bach.


Tendencias psicosomáticas:

Físicamente queda claro que bajo el estado Sweet Chestnut pueden concurrir todo tipo de signos y síntomas. predominando los vegetativos como sudores, temblores, nauseas, taquicardia, sensación de ahogo, a veces pesadillas. Es decir todo lo que de alguna manera pueda asociarse a la angustia.
La intensidad del sufrimiento tiene tal magnitud que la persona parece encontrarse al borde del padecimiento. Aunque casi sin fuerzas para pedir ayuda, sabe que desea seguir viviendo, no sabe como, pero sabe que desea hacerlo; se diferencia del estado Cherry Plum en que este si piensa en el suicidio como única salida. Aquí nos encontramos con una persona que siente que se está muriendo, cada minuto es una eternidad y el futuro está vacío de contenido. Es uno de los ansiolíticos del sistema.


Características espirituales:

Pérdida de la conexión con el alma. A nivel sutil sólo se experimenta la parte mental apegada al sufrimiento de lo que pide y no se cumple.
El estado Sweet Chestnut negativo es a menudo el inicio de un verdadero desarrollo espiritual (toma de contacto con el alma). La finalidad de este estado es poner en evidencia la total separación entre el Ser Superior y personalidad. Esta última se ve abocada a una rigurosa confrontación consigo misma, debiendo entender que es el momento de soltar, de desprenderse de viejas estructuras mentales. Solo así, la personalidad puede crearse espacio para acceder a nuevas dimensiones de conciencia. Según Scheffer el estado Sweet Chestnut negativo representa la hora de la verdad, el último intento equivocado de la personalidad de cerrarse y defenderse contra un decisivo cambio interior.
Es muy importante hacer un buen diagnóstico diferencial que nos permita distinguir este estado de otros parecidos. Es importante porque es frecuente que un efecto secundario del Sweet Chestnut. En caso de no estar bajo esta emoción, sea el llevar en las primeras horas de su ingesta al límite del abismo profundo de lo desconocido de cada uno, para luego propiciar un cambio.

Un Sweet Chestnut desarmonizado hará que valoremos a Agrimony, Vervain o Centaury como posible sanador, a Gorse como ayudante y a Wild Oat como transformador de las impresiones.

1 comentario:

  1. Menudo trabajo Julio, estupendo desarrollo el de esta flor... Dios ! todo lo que me queda por aprender! Un abrazo,

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