domingo, 24 de octubre de 2010

Observaciones sobre algunas semillas aptas para germinar


 


·         Alfalfa: Sus semillas están consideradas como las más completas, por su contenido vitamínico
·         Alholva: Su sabor recuerda la comida india. Se asemeja al curry
·         Avena: Se está introduciendo en la alimentación del ganado porque previene problemas de esterilidad. Hay que tener en cuenta que la primera envoltura de la avena no es comestible.
·         Cebada: A partir de sus semillas germinadas se elabora la malta.
·         Lentejas: Tienen cierto sabor picante.
·         Soja: La soja apta para germinar es la soja verde o judía mungo, que se puede consumir cruda. La soja amarilla es una especie diferente que no se puede consumir cruda, ni la semilla ni su germinado, ya que de esta forma es tóxica.
·         Trigo: Los germinados de trigo son muy ricos en vitaminas del grupo B. No debemos confundirlos con el germen de trigo, que es rico en vitamina E.


Vitaminas contenidas en las semillas germinadas

·         Alfalfa: A, B, C, D, E
·         Alholva: A, B, C
·         Avena: B1, B2, B3, B5, E
·         Cebada: C, B1, B2, B5, B6
·         Girasol: C, E
·         Guisantes: B2, B3, E
·         Lentejas: A, B1, B2, E
·         Maíz: B2, B3, B5, B6, B9
·         Mijo: C, B1, B2
·         Soja: A, B1, B2, B3, C, E
·         Trigo: A, B1, B2, B3, B5, B9


Utilización de los germinados

La utilización de los germinados es muy antigua. La preparación de cervezas y otras bebidas se realiza a partir de semillas germinadas de cereales (cebada, mijo, arroz). De su elaboración se encuentran referencias en Mesopotamia, Egipto y la Grecia Antigua.
Su uso ha llegado hasta nosotros donde su práctica también se remonta a tiempos inmemoriales.
Actualmente son utilizados de manera cada vez más extendida en Estados Unidos y en Europa por personas expertas en Dietética. Este renacimiento de la antigua costumbre oriental se atribuye a la necesidad de acercamiento a la naturaleza por parte de los habitantes de las ciudades, en un deseo de sentirse más integrados en su origen.

Es una buena forma de obtener las vitaminas de forma natural, en contraposición a las vitaminas de síntesis, tan ampliamente utilizadas durante las últimas décadas y de cuyos beneficios la comunidad científica se muestra cada vez más escéptica.

En cuanto a los diferentes grupos botánicos, son aptas para germinar las semillas de:

·         Leguminosas: Alhova, soja verde (judía mungo), lentejas, alfalfa, guisantes, garbanzos y trébol.
·         Cereales: Avena, trigo, maíz, mijo, cebada, alforfón y centeno.
·         Oleaginosas: Sésamo y girasol.
·         Umbelíferas: Zanahorias, apio y perejil.
·         Aliáceas: Cebollas
·         Otras: Berros y lino

Se desaconseja totalmente emplear para germinar aquellas semillas de plantas cuyas hojas sean tóxicas.
En general, son utilizables para confeccionar los menús diarios. Pueden formar parte de las guarniciones de los platos fundamentales del menú, rehogados junto con otras verduras o acompañando a los cereales, las pastas o las legumbres.
Pero como mejor mantienen sus propiedades es en crudo, como un ingrediente más de las ensaladas, a las que proporcionan sabores y texturas muy agradables.


Sustancias de reserva de las semillas

Las sustancias de reserva que contiene la semilla para atender los primeros estadios de la germinación, están en forma de principios inmediatos: Hidratos de carbono (generalmente almidones), grasas y proteínas.
Durante la germinación se produce la lisis o disolución de éstos, obteniéndose sus moléculas más sencillas: Glucosa, ácidos grasos y aminoácidos. También en este momento se realiza una síntesis o formación acelerada de vitaminas y enzimas.
De esta forma, el embrión desarrollado genera todas las sustancias que la nueva plántula va a necesitar para ir formando los primeros tejidos a partir de las reservas, hasta que sea capaz de obtenerlos a partir de las sustancias minerales del suelo y el CO2 atmosférico. Esto sucederá cuando aparezcan las primeras hojitas verdes, que con la clorofila recién formada, permitirán a la plantita comenzar la fotosíntesis.
En las semillas germinadas tenemos una riqueza excepcional de vitaminas, aminoácidos y ácidos grasos (entre ellos esenciales), lo que las hace un complemento ideal de nuestra dieta.
En la dieta macrobiótica, los germinados están considerados como yin, o expansivos. Como tales, serán buenos complementos de las dietas yang que solemos consumir en nuestra civilización occidental.


Los germinados

Por germinación se entiende el conjunto de fenómenos que inducen el paso de las semillas de un estado de vida latente a uno de vida activa, dando así origen a una nueva plátula.
Para que este proceso se pueda llevar a cabo, es necesario que se den, de forma simultánea, ciertos factores favorables internos y externos.
Por parte de la semilla, la posibilidad de germinar depende de la perfecta conformación del embrión y de la suficiente cantidad de sustancias de reserva. Además, para nuestros objetivos será muy importante que la semilla haya sido obtenida mediante cultivos de tipo biológico, es decir, sin haber empleado pesticidas ni fertilizantes de tipo químico. Y que haya sido producida en su tiempo normal de maduración, sin forzar el cultivo.

En cuanto a los factores externos, los más importantes son:

·         Agua: Es el factor que desencadena todo el proceso; es responsable de la reactivación de los sistemas enzimáticos, que movilizarán las sustancias de reserva y la división celular. Nuestra recomendación es utilizar aguas no tratadas químicamente, a ser posible, de manantial de montaña.
·         Oxígeno: El oxígeno también es necesario, por lo que procuraremos una adecuada renovación del aire en el recipiente que destinemos para realizar la germinación, y mantendremos éste alejado de calefactores u otros aparatos domésticos que pudieran alterar localmente la composición del aire.
·         Temperatura: La temperatura es un factor importante ya que los enzimas tienen unos intervalos de actuación óptimos. Por ello, aunque dichos óptimos pueden variar mucho según la especie, mantendremos las semillas a una temperatura entre 20-25', considerada como la temperatura ideal para la mayoría de las especies que nos interesan.
·         Luz: Es conveniente realizar la germinación en ausencia de luz, ya que de esta forma se retrasará la aparición de la clorofila y la movilización de las reservas será mayor.


Sustancias de reserva de las semillas

Las sustancias de reserva que contiene la semilla para atender los primeros estadios de la germinación, están en forma de principios inmediatos: Hidratos de carbono (generalmente almidones), grasas y proteínas.
Durante la germinación se produce la lisis o disolución de éstos, obteniéndose sus moléculas más sencillas: Glucosa, ácidos grasos y aminoácidos. También en este momento se realiza una síntesis o formación acelerada de vitaminas y enzimas.
De esta forma, el embrión desarrollado genera todas las sustancias que la nueva plántula va a necesitar para ir formando los primeros tejidos a partir de las reservas, hasta que sea capaz de obtenerlos a partir de las sustancias minerales del suelo y el CO2 atmosférico. Esto sucederá cuando aparezcan las primeras hojitas verdes, que con la clorofila recién formada, permitirán a la plantita comenzar la fotosíntesis.
En las semillas germinadas tenemos una riqueza excepcional de vitaminas, aminoácidos y ácidos grasos (entre ellos esenciales), lo que las hace un complemento ideal de nuestra dieta.
En la dieta macrobiótica, los germinados están considerados como yin, o expansivos. Como tales, serán buenos complementos de las dietas yang que solemos consumir en nuestra civilización occidental.

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