martes, 30 de noviembre de 2010

TRATAMIENTO FLORAL DE NIÑOS HIPERACTIVOS







¿Cómo tratar a los niños hiperactivos con esencias florales?

Hay niños, especialmente alrededor de los 8 años a los que les es imposible quedarse quietos. En situaciones que requieren silencio y atención, se ponen más impacientes aún.
Inquietos, van de acá para allá, se mueven todo el tiempo como si quisiesen liberarse de algo. En la escuela son un terror. Conversan durante la clase, levantan su mochila y cuando paran por un rato, parecen estar "en la luna". Una mosca volando desvía su atención. Nunca terminan los deberes en el plazo correspondiente. En el recreo corren de un lado al otro sin parar y no dan paz a sus compañeros.

Los niños que presentan estos comportamientos, es posible que sufran del Trastorno de Déficit de Atención/Hiperactividad (TDAH). Algunos especialistas dicen que es un trastorno neurológico que causa exceso de agitación, impulsividad y falta de atención.

El niño hiperactivo presenta esos síntomas en todo momento, tanto en la escuela como en la casa o en una fiesta, lo que hace que no sea muy bien aceptado socialmente. En la escuela al no prestar atención suele presentar bajo rendimiento, aunque es muy inteligente. Difícilmente respeta las reglas ni obedece órdenes.

En fiestas es aquel niño que agujerea con sus dedos la torta, abre los regalos del agasajado, le encanta entrometerse en la conversación de los adultos. ¡Es francamente insoportable! Con el tiempo no lo invitan más.

El adulto parece no tener autoridad sobre él. Se suele cuestionar a los padres diciendo que lo miman o sobreprotegen demasiado.

Pero de la misma forma que se pone agresivo, en otros momentos es amoroso, comprensivo y servicial. Las manifestaciones de agresividad, nerviosismo, intolerancia y falta de comprensión son las formas que este niño encuentra de llamar la atención de los adultos. En contrapartida, el comportamiento dulce y cariñoso que manifiesta enseguida, deja en claro que él no quería ser de ese modo.

Niños que viven en un ambiente de mucha exigencia o aquello que reciben demasiada información, reglas, conceptos o preconceptos pueden convertirse en hiperactivos.

Cuando no son tratados, la hiperactividad les trae complicaciones. Un adolescente que fue hiperactivo en la infancia puede sentirse atraído por situaciones de peligro y aventura, poniendo en riesgo su vida, pero no porque se quiera matar, sino porque no presta atención, lo hace sin darse cuenta. Es el tipo que atraviesa la calle sin mirar a los lados o que desciende una cuesta en bicicleta sin fijarse si andan los frenos. Además de eso está más propenso a involucrarse con drogas, fumar o alcoholizarse.

En los adultos, la hiperactividad puede traer disturbios emocionales como depresión, ansiedad y baja tolerancia al estrés, además de problemas afectivos o de trabajo. El comportamiento impulsivo acaba comprometiendo el desempeño profesional. Raramente la persona consigue llegar a horario, no acepta recibir órdenes y no soporta la idea de estar "encerrado" todo el día en una oficina por ejemplo.

Este disturbio afecta al 5% de los niños en edad escolar y en una proporción de 4 a 9 varones para 1 niña. Como no se adaptan a reglas impuestas, insistir en fórmulas y explicaciones no funciona.

A veces se agrega a su conducta, la costumbre de comerse las uñas o tener algún tic nervioso. Todo esto no es a propósito. El disturbio neurológico puede ser hereditario. Los hijos de padres hiperactivos tienen 8 veces más posibilidades de presentar hiperactividad.

Este tipo de niños cuando buscan salir de esta situación con ayuda psicoterapéutica y con su propio esfuerzo pueden entrenarse y corregir sus actitudes. De adultos la hiperactividad se transformará en supereficiencia. Son capaces de desempeñar muchas actividades, están siempre creando y encontrando soluciones.

Son rápidos de pensamiento y no tienen nada de tontos. El niño hiperactivo percibe todos los estímulos externos e internos. Es normal que atienda a las reglas de la casa y al mismo tiempo mire televisión, salte y participe de la conversación de los adultos. Le gusta enfrentar desafíos, resolver problemas y poner en práctica sus ideas.

Le es difícil permanecer mucho tiempo concentrado en una misma cosa o parado en un mismo lugar. Consigue pensar mil cosas al mismo tiempo. Está aquí, allí y en todos los lugares al mismo tiempo. Siempre sorprende porque trae una carta en la manga a fin de mostrarse diferente.

Puede convertirse en un adulto brillante, si su agilidad física, mental y espíritu de inventiva son bien orientados.

Ejemplo de esto son Steven Spielberg, Walt Disney, John Lenon, Thomas Alva Edison, Albert Einstein, Leonardo da Vinci, Luis Pasteur que fueron hiperactivos en la infancia. Como una caja de sorpresa, estas personas están siempre buscando una forma de ser originales. Prefieren ellas mismas crear y seguir sus propias normas y leyes.

En realidad buscan ser queridos, comprendidos y aceptados en su forma de ser. Pero eso no siempre ocurre y se ponen ansiosos, emotivos, tensos, nerviosos y suelen presentar baja autoestima y gran autocrítica.


¿Cómo identificar a estos niños?

Difícilmente prestan atención por mucho tiempo en alguna cosa. Se destacan por tener mil ideas al mismo tiempo y no conseguir terminar ninguna.
De bebé lloran por demás, se despiertan muchas veces durante la noche, suelen estar irritados e inquietos siempre.
Son atolondrados y rompen lo que tienen alrededor suyo. A veces esto se debe también a su gran espíritu de investigación.
En la fase de alfabetización, a veces algunos de estos niños, tienen dificultad de hablar y escribir. Acostumbran a invertir letras y confunden fácilmente la p, q, b y d.
Son impulsivos. No tienen el hábito de reflexionar antes de actuar. Primero hacen, luego piensan en lo que hicieron.
Son inteligentes, ágiles y creativos, pero presentan bajo rendimiento escolar debido a su falta de atención y concentración.
Distraídos y aparentemente desinteresados parecen que estuvieran distraídos pero perciben todos los estímulos a su alrededor.
No tienen paciencia para escuchar instrucciones hasta el final y nunca terminan lo que comenzaron como, por ejemplo, las tareas escolares.
Pierden o rompen sus pertenencias con facilidad. Difícilmente consiguen encontrar su libro o cuaderno a la hora de hacer los deberes en la casa.
No tienen freno y acostumbran a parece egoístas porque no tienen paciencia de esperar su turno para hacer o hablar.

Se puede armar una fórmula con hasta 6 de las esencias florales que describimos a continuación. Puede pedirla en la farmacia, en una herboristería que trabaja con esencias florales, o mejor aún, consultar con un terapeuta floral que hará una evaluación, personalizando la fórmula.
Es importante recordar que las esencias florales no tienen contraindicaciones, se pueden dar a cualquier edad y son complementarias con cualquier otro tratamiento que se esté haciendo.


Flores de Bach, Flores de California y Flores de Australia para un equilibrio emocional:

Impatiens calma y estimula a cumplir con las tareas sin presión.
Mustard despierta la mente, estabilizando a los que se sienten bloqueados por el peso de las emociones negativas como la depresión, por ejemplo.
Rock Rose propicia el control y el coraje para enfrentar situaciones cuando se siente terror o pánico..
Agrimony aquieta y serena. Ayuda a superar la angustia y ser realista.
Cerato despierta la sabiduría y ayuda a reconocer y poner en práctica las potencialidades.
Clematis ancla a tierra para estar en contacto con la realidad.
White Chestnut mejora la concentración.
Chestnut Bud desarrolla la atención, permite cambiar los hábitos y ayuda a no repetir los errores una y otra vez. También tranquiliza.
Larch ayuda a resolver el sentimiento de inferioridad y el miedo al fracaso.
Chamomille calma la inquietud, es bueno para la digestión, ayuda en dificultades para dormir.
Yarrow para no ser tan sensible y cargarse con la inquietud del ambiente, lo que mejora la capacidad de concentración.
Buttercup para rescatar la confianza en las propias capacidades.
Lemon para aclarar la mente y estimular el intelecto.
Shasta Daisy ayuda a organizarse. A poder analizar y luego sintetizar.
Vervain junto con Impatiens reducen la irritabilidad, la agitación, la ansiedad y la impaciencia.
Holly cuando hay celos, envidia, rivalidad, desconfianza y enojo.
Una fórmula con Indian Pink, Chaparral, Lavender y Chamomille calma y estabiliza.
Madia, Rabbitbrush y Shasta Daisy amplían la concentración y facilitan el aprendizaje.
Fig aumenta la claridad mental.
Jacaranda calma y da claridad mental a los agitados y dispersos.
Peach Flowered Tea-Tree estabiliza física y psíquicamente.
Sundew coloca a los despistados en la realidad, permite prestar atención a los detalles, ser más terrenal y vivir en el presente.
Black-Eyed Susan disminuye la agitación.
Paw Paw confiere interés para estudiar y facilidad para asimilar información.
Red Lily para aterrizar, enfocarse y vivir en el presente.

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